Los inquilinos destinan el 41 por ciento de sus ingresos a pagar el alquiler y casi ocho de cada 10 cree que nunca podrá acceder a una vivienda propia, según la primera encuesta realizada por la federación nacional que los agrupa y que fue contestada online con la participación de unas 19 mil personas.
El estudio además detectó que más del 80 por ciento de los inquilinos hace más de 10 años que alquilan, un dato que demuestra “la falta de políticas públicas orientadas a dicho sector a pesar de que el 64% averiguo por créditos hipotecarios”.
Entre las principales preocupaciones de los inquilinos aparece el precio. El 87% está preocupado por lo que paga y, por detrás de otras preocupaciones históricas como los requisitos económicos (61%), comisión inmobiliaria (59%) y las garantías (45%)
La encuesta además registró una mayor cantidad de respuestas de inquilinas, lo que permite interpretar que las mujeres se encargan de los temas relacionados a la vivienda.
Además, el 25% de los inquilinos que participó de la encuesta manifestó que sufrió en algún momento dificultad para alquilar por tener hijos. Este alto porcentaje, discrimina especialmente a las madres solteras o separadas que conviven con hijos y no tienen vivienda propia.
El 28% de las inquilinas que conviven con hijos, en relación con el 19% de los inquilinos que participaron en la encuesta denunció la dificultad de alquilar por tener hijos.
La encuesta determinó que la mayor parte de los inquilinos alquila (63%) mediante inmobiliarias y que en un porcentaje importante de casos no se discriminan las expensas extraordinarias (51%).
El relevamiento se hizo entre el 1 y el 31 de enero en todo el país. Fue impulsado por la Federación de Inquilinos Nacional y la Concejalía Popular Rosario entre otras organizaciones.
El estudio detalla que en Argentina el número de personas que alquilan su vivienda aumentó un 11 por ciento en los últimos 17 años, y que los hogares alquilados, donde viven unos 8 millones de personas según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), representan el 17 por ciento del total.
Ese porcentaje es mayor en algunas urbes como la ciudad de Buenos Aires (38 por ciento) y en Rosario llega al 20 por ciento.
“Una vez que las familias ingresan en la rueda del alquiler, con aumentos que superan ampliamente los índices de inflación y variación salarial, les resulta muy difícil salir”, aseguró la Federación.
Para esa organización, la “trampa” involucra “además de dejar un importante porcentaje del ingreso familiar” al propietario, “tener que generar un ahorro para hacer frente a las renovaciones bimestrales y actualizaciones de depósitos”.
Como consecuencia, aún hogares que cuentan con ingresos medios “ven como posibilidad muy lejana acceder a una casa propia”, por lo que ser inquilino "ya no es un estado por el que pasan los jóvenes, sino una característica que se extiende a lo largo de la vida”.
El estudio recuerda que “históricamente el alquiler representó un 25 por ciento sobre el salario promedio”, lo que implica que su peso aumentó 15 puntos porcentuales en los últimos años.