Al inicio de las clases, es importante que los escolares reciban un chequeo médico completo, con el fin de descartar cualquier tipo de problema que pueda perjudicarlos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la necesidad de llevar al niño a un chequeo auditivo si presenta dolores en los oídos, supuración, pérdida de la audición, si tiene problemas para aprender a hablar o no entiende cuando otra persona le habla.

En este sentido, la fonoaudióloga Gloria Sanguinetti a través del portal revistabuenasalud, afirma que la audición es un factor clave del aprendizaje, ya que cualquier deficiencia o dificultad en la escucha puede derivar en serios problemas, no sólo de comprensión, sino también de dicción. “Se hace necesaria una revisión de la salud auditiva si el niño no responde de manera adecuada a un ruido o a una voz, si se nota un desarrollo lento del lenguaje y del habla, o si pronuncia mal. Esas son señales de una deficiencia auditiva”.

La experta afirma que puede ser difícil descubrir la alteración de la audición en niños, pero cuanto antes se descubra, mejores serán las oportunidades para socializar, comunicarse, aprender, aceptar su pérdida de audición y aprender a vivir con ella.

El niño en una etapa pre-escolar necesita de su audición para el proceso del aprendizaje de la lecto-escritura. Existen casos en que los niños escriben tal cual escuchan el sonido y pudiese confundirse con trastornos de la escritura como la dislexia. Sanguinetti añadió que cualquiera estas dificultades pueden detectarse a tiempo si al niño se le realiza una audiometría.

Fijate si tu hijo:

- Tiene dolores e infecciones frecuentes en los oídos.

- Responde a preguntas de forma inadecuada.

- No se sobresalta ni despierta con sonidos altos.

- No imita sonidos libremente.

- No sabe localizar sonidos.

-   Parece que sueña despierto o se aparta de la vida social.

 - Tiene necesidad de subir el volumen del televisor u otro aparato electrónico.