Las relaciones entre Reino Unido y Rusia penden de un hilo tras la expulsión de 23 diplomáticos rusos. La primera ministra Theresa May, les dio una semana para que abandonen el país ante el “desprecio” mostrado por Moscú por lo ocurrido con Sergei Skripal, un ex espía ruso envenenado en territorio británico.
Según informó la periodista Patricia Rodríguez, para la agencia internacional EFE, los diplomáticos expulsados fueron identificados como "agentes de los servicios secretos encubiertos". Para May, el gobierno de Vladimir Putin ha mostrado "completo menosprecio ante la gravedad" del ataque perpetrado en Salisbury. El 4 de marzo, Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33 fueron expuestos a un químico de tipo militar que dejó al primero en estado crítico.
De acuerdo a la ministra, Moscú no aportó ninguna explicación "creíble" en todo este tiempo sobre el origen del veneno; de hecho, resaltó, respondió con "sarcasmo, desprecio y resistencia" y no ha aclarado "por qué cuenta con un programa de armamento químico no declarado, contraviniendo la legislación internacional".
Si bien "romper todo tipo de diálogo" entre ambos países "no redunda en los intereses nacionales", May dijo que tras "un incidente tan espantoso", la relación entre los dos países "no puede ser la misma".
Además de la expulsión de los diplomáticos, Londres revocó una invitación al ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov; y decidió no enviar representantes del gobierno o la Corona al Mundial de Fútbol que se celebrará en junio y julio próximos.
La respuesta de Moscú
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, prometió este jueves una pronta respuesta a la expulsión de los diplomáticos aunque no precisó de qué tipo. Dijo que primero informarán las medidas a Londres, “como buenos caballeros” y se mostró molesto por cómo se trató el tema.
"Entenderéis que, como personas corteses que somos, primero informaremos de la respuesta a nuestros colegas británicos. Así actúan los caballeros, pero por lo visto cada vez quedan menos", dijo el canciller en una crítica al proceder de las autoridades británicas, tras ser consultado por la prensa en el foro "Rusia, un país de oportunidades".
Por su parte, la portavoz de Exteriores, María Zajárova, volvió a hacer un llamamiento a Londres a "presentar todos los materiales existentes relativos al incidente que, según ellos, está vinculado al uso de armas químicas en territorio de Gran Bretaña".
En rueda de prensa, señaló que Londres se ha negado a proporcionar a Moscú información sobre el caso, así como muestras de "la sustancia química hallada en la escena del crimen".
"Gran Bretaña se niega a interactuar con la parte rusa en cumplimiento de sus compromisos como miembro de la Convención para la Prohibición de Armas Químicas", resaltó.