Tras el atentado terrorista en el metro de Londres que dejó 22 heridos este viernes, la primera ministra británica, Theresa May, lanzó un alerta terrorista nivel “grave” –cuarto en una escala de cinco– que significa que esperan un nuevo golpe.
Según informó EFE, May presidió una reunión del comité de emergencia Cobra en el que concluyeron que un nuevo ataque terrorista es "altamente probable", pero no "inminente".
La primera ministra destacó que el dispositivo casero que provocó una deflagración en un vagón de metro en la estación de Parsons Green a primera hora de la mañana "tenía como objetivo causar un gran daño", y pidió a los ciudadanos que se mantengan "alerta" en el transporte público de la capital británica.
"La amenaza terrorista a la que nos enfrentamos es severa, pero trabajando unidos les derrotaremos", prometió.
Preguntada por las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las que sugiere que los autores del atentado de Londres estaban en el radar de la policía británica, May sostuvo que "especular sobre una investigación en marcha no ayuda a nadie".
"La policía y los servicios de seguridad están trabajando para comprender al completo las circunstancias de este cobarde ataque e identificar a los responsables", afirmó.
El ataque se registró a las 8.21 hora local (07.21 GMT) en la estación de Parsons Green, en el tramo exterior del suburbano de la línea District, entre las estaciones de Wimbledon y Earls Court.
La explosión, que provocó "una bola de fuego", según aseguraron varios testigos, se produjo en un cubo blanco que estaba dentro de una bolsa de supermercado en un vagón de un tren con capacidad para 865 pasajeros.
Mark Rowley, jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, informó que el artefacto era de fabricación casera y que miembros de los servicios secretos británicos MI5 colaboran en esta investigación y que los agentes analizan imágenes de cámaras de seguridad.