La Policía de Texas, Estados Unidos, detuvo a una mujer de 34 años por "abusos médicos" a su hijo, después de conocerse que llevó al menor, de 8 años, hasta 323 veces al médico y que el niño fue sometido a 13 intervenciones quirúrgicas.
La detención de Kaylene Bowen-Wrigh se produjo después de la última visita a un servicio de urgencias, donde el menor llegó con convulsiones que los médicos creyeron que no tenían un origen natural y que podían haber sido inducidas por su madre.
Medios estadounidenses hacen referencia al temor de un doctor de que la madre hubiera pasado de "exagerar" síntomas a "inducirlos".
El expediente médico dl niño, Christopher, revela que había visitado 323 veces el médico, la primera vez en 2009 y cuando solo contaba con 11 días de vida.
A lo largo de su infancia se había visto postrado en sillas de ruedas en varias ocasiones y con cámaras de oxígeno. Incluso intentó su madre que le trasplantaran un pulmón.
La madre también intentó recaudar fondos para dicha operación.