El gendarme fue recibido por una guardia de honor, un contingente de Naciones Unidas, su señora esposa, familiares directos, el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Julio Alak, funcionarios del gobierno nacional y las máximas autoridades de Gendarmería Nacional.
Finalizada la ceremonia, los restos del cabo primero Gómez eran traslados en un avión de Gendarmería hasta la ciudad misionera de Posadas, el lugar donde vivía con su esposa y sus dos hijos, en donde serán sepultados.