Andrea Sosa conoció a Lionel Messi cuando era un niño. Fue su maestra de Ciencias Naturales y Matemáticas en 5° y 6° en la escuela General Las Heras, donde el jugador de fútbol estudió, al igual que su hermano y su primo. A pocas horas de que se concrete su casamiento con Antonela Rocuzzo, la docente recordó la infancia del astro y consideró que fue un niño tranquilo, muy querido por sus compañeros. También mencionó que en los recreos jugaba con cualquier cosa que pudiera hacer las veces de una pelota.
En diálogo con el periodista Ciro Seisas (A Diario, Radio 2), la docente viajó con su mente y corazón décadas atrás para encontrarse con el pequeño Leo. “Era un chico tranquilo, calladito que cumplía con las actividades y las tareas y un apasionado por salir al recreo y jugar con lo tenía al fútbol, ya sea una pelota de papel o de trapo, lo que se podía”, comenzó.
Andrea tiene en la memoria a un Messi “tranquilo, sonriente, de una buena familia. Era un chico respetado y querido por sus compañeros, tenía amigos para jugar a la pelota que lo llamaban, era muy querido”, reiteró y precisó: “Un año antes de que yo lo tuviera, cuando estaba en 4° grado iba a la trade pero participó del torneo de fútbol de la mañana para representar a la escuela”.
También lo recreó en su memoria vestido con guardapolvos, no tan entusiasmado por las ciencias –ni por la matemática ni por Naturales– pero sí “cumplidor” con las obligaciones académicas. “Tenía mucho apoyo de su mamá”, aclaró.
Años después, Sosa descubrió por los diarios locales que uno de los Messi –había sido docente de su hermano y su primo también– era un jugador brillante en Europa. “Traje el diario a la escuela y lo mostré. 'Este chico fue alumno nuestro', les dije a las otras maestras y juntas nos dimos cuenta que era Leo, el de las “jugaditas””, señaló.
Como muchos docentes que intentan realizar una verdadera tarea educativa en los niños, conduciéndolos por el camino del conocimiento pero también el de los valores, Andrea se mostró satisfecha con el hombre que es hoy Messi: “Estoy muy contenta con él, con su vida privada resguardada y que quiera a sus raíces”, expresó y contó como cierre la sorpresa que significó su visita a la escuela en 2005. “Todos sus compañeros lo saludaron con mucho afecto, fue tal el revuelo que debió pasar grado por grado a saludar a los chicos. Y lo hizo, salón por salón”, cerró con una anécdota que devela mucho de su corazón.
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