El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, firmó este martes con su par de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, un convenio marco para la elaboración del proyecto y la posterior ejecución del Acueducto Interprovincial Santa Fe – Córdoba. Del acto, realizado en la Casa de Gobierno en la ciudad de Santa Fe, también participó el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet. En este marco, hicieron declaraciones a la prensa en las que dejaron la puerta abierta para un armado de un frente electoral de cara a 2019 que involucre al progresismo y le de batalla a Cambiemos.
El peronismo federal podría sumarse a una posible alianza electoral en las próximas elecciones presidenciales de 2019 con el socialismo santafesino y el radicalismo bonaerense disidente. Así lo expuso el gobernador Schiaretti en Santa Fe: "Argentina necesita superar la grieta, y para eso precisamos que las fuerzas progresistas que coincidimos en una Argentina republicana y federal extremen esfuerzos para ir juntos a elecciones próximo año", sostuvo según informaron desde Radiópolis (Radio 2).
“Al país no lo salva un partido solo ni un hombre providencial”, advirtió a la prensa. Luego, mencionó acuerdos como la coalición chilena o el Pacto de La Moncloa y consideró que en la Argentina debería recrearse un frente con “fuerzas progresistas”. En ese marco, mencionó el socialismo que expresa “Lifschitz o Alfonsín”, dijo en alusión a Ricardo Alfonsín, del radicalismo bonaerense disidente de la alianza que convive en Cambiemos a través del PRO, de la UCR nacional y de la Coalición Cívica liderada por Elisa Carrió.
El gobernador de Córdoba destacó que los dirigentes aludidos “coinciden con la manera de pensar que nosotros tenemos. En el peronismo cordobés nos hemos definido republicanos, respetuosos de la división de poderes, tolerantes y que queremos el diálogo”, manifestó y sugirió: “Veremos si nos permiten lograr conformar un espacio político que supere la grieta y sea la posibilidad de salir de la crisis”.
A continuación, fue el turno de Miguel Lifschitz. “Estamos en un tiempo complicado en Argentina. Los que tenemos responsabilidades de gobierno estamos muy atentos a la realidad social y económica. El 2019 es un año que viene complicado y donde todos prevemos dificultades a la hora de atender las demandas de la sociedad. En ese escenario, nadie descarta que frente al proceso electoral podamos estar sentados en una mesa en común“, afirmó.
“El que asuma en 2019 necesitará contar con un fuerte respaldo político. En este escenario los gobernadores tenemos ideas comunes, pertenecemos a espacios distintos pero habrá que ver cómo podemos avanzar”, terminó.
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