El “reventón térmico” provocó ráfagas de viento que llegaron a los 90 kilómetros por hora. Las consecuencias se evidenciaron en la ribera, donde el agua se agitó al punto de que una embarcación se hundió en la guardería del Club Remeros.
El intenso viento agitó las aguas y los barcos amarrados en la costa sufrieron un furioso vaivén que quedó registrado por usuarios de redes sociales.