Fernando, el dueño de la vivienda (Cerrito 3600) cuya ampliación estaba a cargo del arquitecto Sandro Procopio, planteó sus dudas con respecto a su crimen. Al igual que sus vecinos de Bella Vista, aseguró que en el barrio priman la violencia y la impunidad de los delincuentes.
En diálogo con los periodistas Roberto Caferra y Almudena Munera (Radiópolis, Radio 2), el propietario del inmueble cuya obra era conducida por el arquitecto asesinado el pasado 24 de agosto, contó que se relacionó con el profesional luego de salir beneficiado con un Procrear. La idea era construir y ampliar y a través de su hermano, lo contactó. “En mayo empezamos a trabajar juntos”, señaló.
A Fernando no le cierra el modus operandis del asalto y la posterior ejecución. De acuerdo a lo que explicó, Sandro no les pagaba en efectivo a los albañiles como suele suceder sino que los obreros cobraban a través de una tarjeta. “No se movía dinero, por lo que se vio fue al voleo pero raro también porque –cuestionó– ¿tres o cuatro tipos en un auto para robar un celular?”.
“Este tipo de robos suele hacerse en moto, se baja un tipo y roba”, sostuvo. Ahondando en sus dudas, confió en que nadie sabía que Procopio iba para la obra en ese momento. “A la vuelta de una comisaría 4 tipos se escapan en un auto, una impunidad total”, lanzó.
Los interrogantes aún no fueron resueltos ni para Fernando ni para la familia de la víctima. No hay avances confirmados en la investigación por el crimen del arquitecto. “Está como el primer día, pidieron respuestas al Ministerio de Seguirdad pero dijeron que no tienen nada”, destacó.
Una Bella Vista muy fea
Fernando, al igual que muchos de sus vecinos de barrio Bella Vista, sostiene que la inseguridad en la zona es alarmante. “Llego de trabajar y no veo la hora de entrar, es ese segundo en el que tenés que esperar a ver qué le pasa al delincuente por la cabeza, si te mata o no te mata”, apuntó.
“No se si se trata de una disputa de territorio o una interna de la Policía pero en el medio estamos los vecinos. (Los delincuentes) actúan porque saben que no pasa nada”, advirtió y remarcó que existe en la zona un alarmante nivel de violencia.
Ayer Fernando participó de una reunión en el Concejo municipal en la que exigieron seguridad y expresaron las distintas situaciones a las que son sometidos, ya sea arrebatos, entraderas y robos, algunos fatales. En este marco, apuntaron contra la comisaría 13ª de la que acusaron sólo posee un móvil.
Además de lo ocurrido con Sandro, el 21 de agosto un policía resultó herido por arma de fuego en Castellanos y Presidente Perón. En Viamonte al 3400, un empresario resistió una entradera a su casa en el mismo día en el que fue baleado el portón del domicilio de la abuela del futbolista Maxi Rodríguez, en Iriondo al 2400.
A la reunión asistió el titular de la comisión Diego Giuliano, y los concejales Norma López, Osvaldo Miatello, Sebastián Chale y Miguel Cappiello.
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