Las naftas aumentarán a partir de este lunes 23 de octubre alrededor de 10 por ciento promedio, confirmaron fuentes de las principales compañías expendedoras de combustibles del país. Los productos premium tendrán incrementos más altos, anticiparon. En un pacto tácito entre gobierno y empresas, el movimiento en el surtidor había quedado pospuesto para el día siguiente al comicio.
Así, el litro de nafta súper rozará los 22 pesos y el de premium superará los 24 pesos en la Capital Federal, mientras que el gasoil tocará los 19 pesos y el gasoil premium quedará al filo de los 22 pesos por litro.
La suba de las naftas previstas para el día después de las elecciones legislativas era un secreto a voces. A fines de septiembre, el Ministerio de Energía liberó el mercado, una medida que tenía prevista para 2018 pero que anticipó porque los precios del crudo local ya se alinearon con los internacionales. En un pacto tácito entre el gobierno y las empresas, el movimiento en el surtidor había quedado pospuesto para el día siguiente a los comicios.
Algunas petroleras, de todos modos, habían aumentado el precio mayorista desde el 1° del mes. Es el combustible que consumen las empresas de transporte, entre otras compañías. No lo había hecho YPF, que domina más de la mitad del mercado. La suba, del 10 por ciento, fue un anticipo de lo que vendría.
Según fuentes del mercado, la suba del principal actor promediará 9,5 por ciento y se concretará en el transcurso del lunes. Los combustibles premium aumentarán más, pero la nafta súper –el producto más despachado– se moverá algo por debajo de ese número. Las principales empresas privadas –Shell, Axion, Pampa Energía y Oil– seguirán a la compañía líder.
El precio del litro de nafta depende del valor del crudo, el precio del biocombustible –ya que una porción del combustible debe provenir de fuentes renovables– y de la cotización del dólar. El barril de crudo Brent, la referencia internacional, trepó 25 por ciento en un trimestre. El biocombustible aumentó 17 por ciento. El dólar se devaluó alrededor de 5 por ciento.
Argentina mantuvo precios artificialmente altos en los últimos años. Fue una decisión del último ministro de Economía del kirchnerismo, Axel Kicillof, para impulsar la producción local de petróleo, en momentos en que el sector registraba precios inusitadamente bajos en el mundo. El ministro de Energía, Juan José Aranguren, mantuvo la medida, aunque llevó a cabo una salida paulatina del régimen de precios regulados. Esos acuerdos permitieron mantener puestos de trabajo y algún nivel de inversiones, aunque impidió una baja de precios al consumidor que se dio en el resto de la región.
Los combustibles habían aumentado por última vez en julio: 7,2% la nafta y 6 por ciento el gasoil.
Antes, habían subido 8 por ciento a comienzos de año y registrado leves bajas en abril (0,1% en naftas y 2,6 por ciento en gasoil). Con los incrementos de mañana, el litro de combustible subiría algo más de 20 por ciento en lo que va del año, algo por encima de la inflación acumulada (17,6 por ciento, según el IPC Nacional del Indec).