Cientos de millones de personas sufren cada día las consecuencias de una enfermedad respiratoria crónica (ERC), de las cuales, según estimaciones de la OMS (2004), unas 235 millones padecen de asma. “Cuando les hablamos a los padres y les decimos que su hijo tiene asma, en general los padres sienten temor, porque el asma está asociado a una enfermedad grave y crónica”, indicó el especialista Roque Gustavo Arnolt, médico alergista infantil.
El especialista manifestó que hay que saber diferenciar: hay asmas leves que muchas veces se resuelven solos sin necesidad de la intervención del médico, y hay otros severos a los que podemos encontrarles paliativos. “Entre uno y otro existe una gama intermedia que con un diagnóstico preciso y oportuno se tratan y se resuelven”, aseveró.
¿Qué origen tiene?
Es una enfermedad multifactorial. Imaginemos un árbol que tiene su tronco y sus ramas; el tronco en general es la inflamación que en los humanos es un mecanismo defensivo que el organismo usa para eliminar las sustancias que lo agreden. Pero el niño alérgico tiene una inflamación exagerada y no es frenada y sigue actuando cuando ya no es necesaria para el organismo. En lugar de ser un mecanismo de defensa, causa enfermedad.
Por eso es muy importante cuando hacemos el diagnóstico de asma saber cuán inflamado está el niño. Hoy disponemos de elementos con los que haciendo respirar al niño podemos medir el grado de su inflamación, ya que el óxido nítrico que todos exhalamos, en los que tienen inflamado el bronquio, se exhala en mayor cantidad y de ese modo sabemos cuán inflamado está el bronquio, y así actuamos de acuerdo a esa evidencia.
¿Cuál es la relación entre asma y alergia?
Hay asmas que son alérgicos y otros que no. Hay muchos chicos que por ser alérgicos tienen asma. El órgano que se ve afectado por cualquier alteración en estos casos es el aparato respiratorio; el niño por tener alergia. Es decir, por tener una forma de reaccionar distinta, en general heredada, hace que el bronquio reaccione distinto y por eso se cierra, y allí hablamos de asma. Muchas veces a estos síntomas los llamamos bronquitis obstructivas, bronquitis espasmódicas o bronquitis asmatiforme, que no dejan de ser sinónimos de una misma enfermedad.