La Nasa informó que una gigantesca bola de fuego explotó en la atmósfera de la Tierra en diciembre.
Se trata de la segunda mayor explosión en su tipo en 30 años, y la más grande desde la ocurrida en Chelyabinsk, Rusia, hace seis años.
Sin embargo, según informa la BBC, el incidente pasó desapercibido hasta ahora ya que ocurrió sobre el mar de Bering, en la península rusa de Kamchatka.
Cuando explotó, la roca espacial generó 10 veces la energía liberada por la bomba atómica de Hiroshima.
Lindley Johnson, encargado de defensa planetaria de la NASA, le dijo a la BBC que una explosión tan grande solo tiene lugar unas dos o tres veces cada 100 años.
El asteroide atravesó la atmósfera a una velocidad de 32 Km por segundo, en una escarpada trayectoria de siete grados.
El meteoro, de una extensión de varios metros, explotó a 25,6 Km de la superficie de la Tierra, con una energía de impacto de 173 kilotones.
"Eso equivale al 40% de la energía liberada en Chelyabinsk. Pero como ocurrió sobre el mar de Bering, no tuvo el mismo tipo de efecto ni apareció en las noticias", señaló Kelly Fast, del programa de observación de objetos cercanos a la Tierra de la Nasa.
Fast habló sobre el incidente durante la 50ª Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria que se lleva a cabo en Woodlands, Estados Unidos, entre el 18 y el 22 de marzo.
Satélites militares detectaron la explosión el año pasado y la Fuerza Aérea estadounidense le pasó esta información a la Nasa.
El proyecto NeoCam se propone identificar asteroides cercanos a la Tierra de un tamaño superior a los 140 metros.
Johnson explicó que la bola de fuego pasó por una zona cercana a las rutas que transitan los aviones comerciales que vuelan entre América del Norte y Asia.
Por esta razón, investigadores han estado en contacto con diversas aerolíneas para averiguar si avistaron o no el evento.