Sobre una mesa larga, cubierta de papeles y carpetas celestes, un montón de marcadores amarillos se apilan en el centro. Esto es lo que muestra la foto que el sábado a la tarde, el día anterior a su muerte, el fiscal Alberto Nisman envió, a modo informal, al vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia), Waldo Wolff que este martes lo recordó por Radio 2. La imagen daría cuenta que el fiscal trabajaba en la causa Amia a poco de su fatal desenlace.
En contacto con Radiópolis, Wolff contó que la semana pasada junto con representantes de la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia) mantuvo una reunión con Nisman y que luego, el fin de semana intercambiaron mensajes de Whatsapp, una forma de comunicación que solían mantener.
En ese ida y vuelta, el fiscal le envió la imagen, a las 18.17 que demostraría que trabajaba en la investigación que el lunes debía presentar ante los legisladores nacionales.
“Se lo veía igual que siempre, un hombre muy efusivo muy enérgico; tal cual se veía en los medios, así se mostraba en privado”, lo describió Wolff y reconoció, entonces, que la noticia de su muerte lo tomó totalmente por sorpresa.
“Cuesta mucho no tener sensaciones negativas”, dijo y lamentó que con este “nuevo desenlace” se haga más dificíl llegar a la verdad, un reclamo que la sociedad en general y la colectividad judía en especial mantiene desde hace más de dós decadas.
“Podríamos decir que ha explotado una nueva bonba”, disparó.
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