La Biblia del Diablo es el libro medieval más grande del mundo. La obra está conformada por 310 pergaminos hechos con la piel de 160 burros, tiene 90 centímetros de alto por 50 de ancho y tiene un grosor de 22 centímetros. Está guardado en una biblioteca de Suecia pero también se lo puede ver online.
Según un informe de la BBC, su nombre verdadero en “Codex Gigas”, lo que en latín significa “Libro gigante” y contiene el Antiguo y Nuevo Testamento entre varias otras obras más. En sus páginas se pueden observar hermosas ilustraciones de las que se destaca la de Lucifer.
La leyenda cuenta que en 1230 en Podlažice –actual República Checa– en un monasterio de la Orden de San Benito cuyo estricto régimen incorporaba castigos físicos, ayunos, privación de sueño y autoflagelación como voto de obediencia y castidad, un monje fue juzgado por vanidoso y condenado a muerte.
Ante esta situación, el acusado ofreció escribir un libro para redimir sus pecados, prometió que lo finalizaría en una sola noche, que sería la obra más grande del mundo y que contendría toda la sabiduría humana. La propuesta fue aceptada por sus superiores.
Para poder terminar el libro en el tiempo estipulado y salvar su vida le pidió ayuda al Diablo a cambio de su alma. La oferta fue aceptada con gusto por el príncipe de las tinieblas y en poco tiempo el trabajo quedó listo.
En agradecimiento el autor pintó un retrato de su salvador Lucifer en una página entera, algunos dicen que el mismo Satanás firmó el retrato.
Si bien el manuscrito comenzó a ser considerado desde entonces como una maravilla universal, cada persona, institución o país que lo tuvo en su poder sufrió serios inconvenientes. A todos le iba mal: dificultades financieras, epidemias, guerras, pobreza plagas y muertes.
A muchos no les importaron las consecuencias y por su deseo o ambición quisieron tenerlo en su poder de todos modos. Así fue pasando de mano entre mitos, creencias y leyendas. Hoy, el misterioso libro, más allá de su mala reputación, está guardado en la Biblioteca Nacional de Suecia en Estocolmo, que en 2015 lo subió a la web para que estuviera al alcance de todos.