En la esquina de Mitre y Rueda, uno de los acceso del Centro de Justicia Penal, un grupo de periodistas, fotógrafos y camarógrafos aguardaba ver al testigo más esperado en los últimos cinco años en Rosario. Vecinos que pasaban por el lugar miraban con mayor asombro la cantidad de comunicadores que la numerosa cifra de agentes de distintas unidades de la Policía de la provincia. Cuando faltaban dos minutos para las 9, una chata de la fuerza frenó de golpe en esa intersección y del vehículo descendieron varios uniformados con imponentes armas de fuego. En segundos, arribó una trafic blanca con vidrios polarizados en la que iba Luis Paz, padre de Martín, cuyo crimen desencadenó en la causa que actualmente está en juicio. Con chaleco antibalas, camisa blanca, lentes, reloj dorado y pelo engominado, bajó y se dirigió al edificio escoltado por varios efectivos policiales.
La décima jornada del juicio a la banda conocida como Los Monos comenzó a las 9.15, cuando el presidente del tribunal Ismael Manfrin llamó al testigo citado. Tres minutos después ingresó a la sala Paz. Con un paso acelerado y una mirada penetrante que se incrustó durante dos segundos en el abogado Carlos Varela y los imputados detenidos, el padre del Fantasma se sentó en la silla preparada para las personas que brindan declaraciones testimoniales.
"Quiero dirigirme al tribunal, no a los medios que dicen que mi hijo debió 10 millones de pesos a esta gente. Mi hijo prestaba dinero. (Francisco) Lapiana no lo va a decir. Pero le prestó a él y a otra gente. Yo le decía que no lo hiciera. Lapiana debía un millón. Después de la muerte de mi hijo se lo fui a cobrar y me respondió que faltaba debía 19 mil pesos nada más, que la próxima vez que fuera me iba a denunciar por amenazas", señaló con respecto a uno de los imputados, que es representante de jugadores de fútbol. Casualmente, el aludido se ausentó este lunes y martes al juicio por recomendación médica por sufrir de laberinto.
Chanchos, cohetes y Robledo Puch
Al ser interrogado por el fiscal Gonzalo Fernández Bussy sobre los ingresos económicos de Martín, su papá expresó que se dedicaba a criar chanchos con su abuelo y que prestaba la plata que le sobraba. Además, afirmó que vendía vehículos y contó una anécdota: "Un día mi hijo se compró una Toyota Hilux en Mitre y Pellegrini. Íbamos desde Pellegrini y Vera Mujica y me contó que la compró a 180 mil pesos. En el camino me dijo que la había vendido ya a 250 mil pesos, plata de esa época. Movía plata por todos lados. La que ganaba con los chanchos la prestaba e invertía".
"Muchas veces le dije que la ambición lo iba a llevar mal. Nunca le dio un centavo a los Cantero. Llegó a prestarle plata a Lapiana por intermedio del Pájaro. A mí hijo lo mataron porque les convenía a todos; todos le debían plata. Hay dos abogados que fueron parte del complot. La semana anterior (a la muerte) fueron a consultar si la muerte de mi hijo iba a levantar mucha polvareda", sostuvo.
Según Luis, el Fantasma tenía "firmado el homicidio cuando salió de Yamper", boliche de Rosario, el 7 de septiembre de 2012, día anterior al crimen. "Me quisieron meter un montón de historias. Todo lo que averigué lo daba a Fiscalía para que buscaran pruebas", indicó.
"Monchi (Cantero) se rió en mi cara cuando mataron a mi hijo. «¿Qué tal, Paz. Cómo te va?» me comentó. Y Guille le quedó debiendo una Amarok que le vendió mi hijo", advirtió.
"Juré que no me iba a quebrar. Esperé cinco años este momento. Perdí media vida. La otra mitad me voy a ocupar de buscar pruebas contra le gente que se juzga", aseguró mientras levantaba el dedo índice de su mano derecha con la voz algo entrecortada. "Mi hijo no se quedó con ninguna plata. Lo mataron porque le debían", remarcó.
Después de que el fiscal preguntara si conocía a Silvana Gorosito –pareja de Ramón Machuca–, Paz expresó: "Muchas veces la he visto cuando yo iba a la casa de (Fernando) Romitti (ex titular de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones). Cuando leo que los juzgan como a Robledo Puch porque pidieron 41 años...se tendrían que poner contentos y tirar cohetes. Hay 200 homicidios por año en Rosario. No lo puedo probar, pero la mitad pertenece a toda esta gente. Tienen que estar contento que sólo hay cuatro o cinco (juzgados en el juicio). Mataron a medio Rosario".
Mención a un abogado
El padre del Fantasma, en medio del contra examen que realizaba el abogado Fausto Yrure, interrumpió la respuesta para declarar que una semana antes del asesinato de su hijo el abogado Carlos Varela "supo" que Martín había tenido un "inconveniente" con el Pájaro Cantero e intentó resolverlo. Ese comentario le valió un llamado de atención por haber hecho mención a una parte en forma de pregunta. "Hubo problemitas que no tenían que ser para la muerte de mi hijo. Tuvieron un choquecito. No sé por qué era. El doctor apaciguó el tema", manifestó después.
Sin sospechas
"No sospechaba de nadie por el crimen. Hasta el día de hoy quiero saberlo pero no lo puedo probar", subrayó al tiempo que agregó que la presunta organización habría sido quien ordenó el asesinato del Fantasma.
“A mi hijo no lo mataron porque debía 10 millones de pesos como dijo (Ariel) Lotito (ex coordinador de la Brigada Operativa de División Judiciales) la semana pasada”, afirmó. Por el contrario, manifestó que “todos le debían plata a él” y por eso hubo “un complot para matarlo”.
El funcionario-testigo que fue echado
Cuando faltaban cuatro minutos para las 10 y se estaba por finalizar la declaración testimonial de Luis Paz, el abogado Sergio Larrubia interrumpió el acto para decir que una persona que está citada como testigo estaba adentro de la sala. Se trata de Adrián Forni, que estaba al lado de los tres jueces. Es que cumplía tareas como encargado de la brigada que protegue a los testigos, en este caso, a Paz. El juez Manfrin ordenó que se retirara de la sala.
"Asesino hijo de puta"
A las 10.10, Manfrin desobligó al testigo, quien se dirigió a la puerta que está a la izquierda del juez para iniciar la salida del edificio. "Asesino. Hijo de puta. ¿Me vas a decir que no lo mandaste a matar?", gritó Lorena Verdún, ex esposa de Claudio Ariel "Pájaro" Cantero. Se hacía referencia a la supuesta venganza que Paz coordinó –según cree– al organizar la muerte del ex líder de Los Monos.