De tres quedaron dos. Esta semana el abogado Paul Krupnik retiró su postulación a la Defensoría General del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, vacantes desde el desplazamiento de Gabriel Ganón. En su carta de renuncia, Krupnik acusó “un plan” para designar en ese lugar a Jacquelina Balangione, esposa del ex presidente y actual miembro de la Corte Suprema de Justicia santafesina, Rafael Gutiérrez. A la terna habían llegado Krupnik, Balangione y Adriana Quiroga, defensora regional de Reconquista, actualmente con carpeta médica tras sufrir un episodio cerebro vascular.

“Entendí que el proceso de selección que debía ejercer el gobernador (Miguel Lifschitz) había perdido absolutamente transparencia”, explicó Krupnik su decisión, en contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2.

Para el letrado, que así lo expresó también en su carta de renuncia al gobernador, desde hace tiempo se cocina “un plan” para ubicar a Balangione en la Defensoría, e incluso recordó que en septiembre pasado Ganón –con quien, aclaró, coincide “en casi nada”– lo había señalado en medio de la polémica que supuso su desplazamiento.

A su entender, que Balangione ocupe la Defensoría puede acarrear conflicto de intereses y poner en peligro los principios mismos de la república. “El sistema de Justicia penal tiene tres pilares, la acusación, la defensa y el Poder Judicial. Es una pirámide. Si la cabeza que juzga y defiende es un matrimonio, se pone en jaque el sistema”, observó.

Consultado sobre las críticas que recibe por algunos de sus clientes –entre otros, Carlos Ascaini, acusado de narcotráfico, en la misma causa por la que está preso el ex jefe policial Hugo Tognoli; y Sergio Blanche, un policía involucrado en la megacausa de Los Monos– Krupnik sostuvo que son “estigmatizaciones absurdas”.

“Yo soy un abogado defensor que defiende a personas acusadas de cometer delitos. Si tenemos a una fiscal que te acusa y no podemos ejercer el mínimo derecho de defensa, vivimos en un fascismo”, apuntó. Lo mismo le llamó la atención a Lifschitz en su carta y lo previno sobre “un proceso raro” en la provincia del que el propio gobernador sería “víctima”.

“En definitiva, no quiero formar parte de ninguna terna y renuncio expresamente a su integración para evitar consagrar maniobras político judiciales que a lo único que apuntan es a aglutinar cada vez más poder en los mismos actores de siempre y que lejos tienen el servicio público y el bienestar de la gente. No lo hago responsable de integrar ninguna de esasmaniobras pero sí lo veo víctima de las mismas", enfatizó en el texto al mandatario provincial.

Aclaración del Colegio de Abogados

En un punto de la entrevista con Radiópolis, Krupnik había llamado la atención sobre el respaldo de la comisión de seguimiento del nuevo sistema penal del Colegio de Abogados y el retiro después de ese mismo apoyo no ya por parte de la comisión sino de parte de la propia institución.

En tal sentido, el presidente del Colegio Hernán Raciati explicó que la comisión se había apresurado a dar su apoyo.

Aclaró que el Colegio no recibió presiones de ningún tipo y que la institución simplemente apeló a “esperar a tomar na decisión”.

Sobre el conflicto de intereses que señaló Krupnik sobre una supuesta designación de Balangione, Racciatti advirtió que ese mismo conflicto ya estaría presente en el actual trabajo de la abogada que se desempeña desde 2013 como vocal de la Cámara Penal.

Así, minimizó la preocupación de Krupnik. “No entiendo su renuncia”, dijo.

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