Lluvia y más lluvia trajo enero a Rosario y la región. Tal como se anunciaba, este domingo hubo precipitaciones casi de punta a punta y otra vez se produjeron anegamientos. Algunos temporarios, otros más duraderos. Al menos –y a diferencia de otras localidades cercanas–, no había evacuados en la ciudad, aunque algunos barrios eran asistidos.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó por la tarde el cese del alerta por tormentas fuertes para el sur de Santa Fe. Sólo podía quedar, según el pronóstico oficial, algún que otro chaparrón o algo de llovizna para las próximas horas.
El coordinador general de Defensa Civil del municipio, Raúl Rainone, precisó a Rosario3.com que en algunos sectores se registraron 160 milímetros de agua caída y en otros, unos 130. Esto generó anegamientos, “mayormente en zonas periféricas como en la última tormenta de similares características”, en relación a la del 3 de enero.
“Que en una sola casa sufran consecuencias ya es grave, pero la situación no se compara con otras épocas donde teníamos que abrir centros de evacuados. Hoy hay drenajes pluviales mucho más grandes”, destacó el funcionario.
No obstante, informó Defensa Civil trabajaba por la tarde con seis cuadrillas, fundamentalmente camiones atmosféricos para extraer agua en los barrios más damnificados, donde si bien se registraban viviendas con ingreso de agua, no había personas evacuadas, según indicó el funcionario.
Enumeró a los barrios Las Flores, Puente Gallego, Tío Rolo, El Mangrullo y bulevar Avellaneda al 4500 como algunas de las zonas con mayores problemas y donde la situación “va a requerir unos días de intervenciones”.
A propósito, vecinos afectados cortaban desde media tarde del domingo el acceso por Ovidio Lagos (acceso a la ruta 18) a la altura de Puente Gallego, donde había una gran congestión de tránsito.
En toda la ciudad se reportaron 14 denuncias de árboles caídos, una cifra relativamente baja –en proporción al temporal– gracias a que no hubo fuertes ráfagas de viento.
Además se registraban inconvenientes y demoras –incluso algunos cortes– en varias rutas de la región.
Por las precipitaciones, la APSV recomendó que, si es posible, se suspendan los viajes.