El programa Intratables cerraba. José Ingnacio de Mendiguren, ex ministro de la Producción durante el gobierno de Eduardo Duhalde y actual diputado nacional del massista Frente Renovador, se desesperaba por poder hablar. Para qué.
El tema, las detenciones de ex funcionarios kirchneristas. “Estamos hablando desde afuera porque perdimos la elección, pero la Argentina parece un careo para ver cuántos delitos se tiran de uno a otro lado. La gente votó para decirle basta a la corrupción”, comenzó.
Entonces, vino el acto fallido: “Lilita acaba de decir que mejor no va a hablar de Gil Lavedra. Hay que decirle que avance, que no lo diga. También habló de Arribas, de Majdalani. Si ella dice que la jefa de la Side la está espiando a ella que es oficialismo, que nos queda a nosotros que somos la corrupción”, sostuvo.
Claro, quiso decir la oposición. Pero dijo otra cosa. “¡Be careful, be careful!”, exclamó Paulo Vilouta. Diego Brancatelli gritó: "¡Cerrame la mesa 4!". Lejos de tomarlo a mal, de Mendiguren reconoció su error y se rió. "Bueno, por lo menos lo confieso", dijo.