Hugo Moyano suma adhesiones para un quinto paro general contra el gobierno de Mauricio Macri. Pero esta vez el detonador fue el pedido de detención de su hijo Pablo. Pablo Moyano, que se encuentra actualmente en Singapur por un congreso, está sospechado de integrar una asociación ilícita junto a la primera línea de la barra del club de Avellaneda y por eso el fiscal Sebastián Scalera pidióp su detención apenas pise suelo argentino. A raíz de esto, el movimiento obrero organiza una movilización para este jueves en el aeropuerto de Ezeiza.
"No hay motivos para el disparate de detener a una persona porque cualquier personaje lo denuncia; la gente va a reaccionar. No descartamos un paro nacional cuando se trata de una injusticia de esta naturaleza", advirtió Moyano que destacó la solidaridad de “todas los organizaciones sindicales”.
“Creen que doblegando a los Moyano, encarcelándolos, avanzan sobre toda la dirigencia gremial y sobre todos los trabajadores, ese es el objetivo del Gobierno, que día a día hambrea más a la gente”, se quejó en declaraciones a las radios 10 y El Destape.
El fiscal Scalera consideró a Pablo Moyano sospechoso de integrar una asociación ilícita junto a la primera línea de la barra del club de Avellaneda, que se dedicaba a defraudar a Independiente a través de la venta ilegal de entradas y el uso de socios truchos, operaciones por las que el club no percibía ingresos. El juez Luis Carzoglio podría resolver este pedido este martes o miércoles.
Para el secretario general de Smata, Ricardo Pignanelli, la eventual detención de Moyano sería un "exceso que va a terminal mal; es una revancha y el país no está para una revancha".
“Aquellos que nos oponemos a este modelo que hace estragos somos perseguidos de una manera u otra, y a los Moyano desde hace mucho tiempo que tienen ganas de encarcelarlos sin tener pruebas para hacerlo”, agregó Pablo Micheli, de la CTA autónoma.
En tanto, la CGT exigió a través de un comunicado el "cese de las maniobras de hostigamiento y persecución", y reclamó al Gobierno nacional que "se abstenga de seguir atacando a las organizaciones sindicales por el solo pecado de defender dignamente los derechos de los trabajadores".