Germán Herrera le dijo adiós al fútbol profesional. Y los hinchas de Rosario Central lo trataron como un auténtico ídolo de la institución. Primero, presionando para que Diego Cocca acepte ponerlo de entrada ante Libertad, algo que sucedió. Y luego, con un reconocimiento en el mismo estadio.
Ya al minuto 17' de partido, antes de un tiro libre a favor de los paraguayos, los hinchas iniciaron una verdadera ovación al tiempo que exhibían carteles rectangulares con la leyenda: "Herrera 17".
Y tras el grito de Cardozo, a los 5 minutos del complemento, salió reemplazado por Claudio Riaño entre lágrimas de emoción y más aplausos. Lo abrazó hasta el técnico adversario, un viejo conocido suyo, José Chamot, y también recibió el saludo de Diego Cocca, ya alejado de la polémica previa al encuentro.
Una vez finalizado el pleito, Herrera se quedó un rato dentro del campo de juego junto a su esposa y sus tres hijos, todos vestidos con la camiseta canalla y el número 17. Desde los cuatro costados le regalaron el último aplauso acompañado por el "Olé, olé olé, olé... Chaco, Chaco" que lo emocionó hasta las lágrimas.
“Muy feliz: no tiene precio este cariño. Terminar y que la gente lo reconozca de esta manera siempre lo soñé y es difícil de conseguir. Estoy orgulloso de haber nacido en este club, de vestir esta camiseta, de brindarme al máximo”, dijo ante las cámaras de TV.
El atacante confesó: “Les dije a mis compañeros antes del partido que esto pasa muy rápido, que aprovechen sus chances porque a mi se me pasó la carrera muy rápidamente. Que lo disfruten al máximo"
Les agradezco a mis viejos que me enseñaron a respetar a la gente, a ser buen persona. A mi mujer que me acompañó siempre, que me dio tres hijos maravillosos, y a esta gente, que me dio este cariño, que no lo voy a olvidar nunca”, añadió.
Y cerró: “Estoy orgulloso de todo lo que se conseguí, de que mis hijos me hayan podido volver a ver con esta camiseta. Eso me enorgullece”.
Herrera ha sido protagonista fundamental en la obtención de la última Copa Argentina, con un inolvidable gol de taco a Newell's, y a sus 35 años decidió ponerle fin a una carrera construida en base a sacrificio, respeto y tranquilidad.
Germán debutó en Central en 2003 de la mano de Miguel Ángel Russo. Pasó por San Lorenzo, Gremio, Real Sociedad, Gimnasia de La Plata, Corinthians, Botafogo, Emirates Club (EAU), Vasco Da Gama y nuevamente Rosario Central.