Algo muy particular sucede todos los días en la zona sur de Rosario. En Güiraldes al 300 bis, los vecinos casi no pueden salir a la calle por las gravísimas amenazas y las agresiones que produce un hombre con trastornos psíquicos que vive junto a su madre en una de las viviendas de la cuadra. Los vecinos hartos de los ataques y ante la nula respuesta de la Policía y la Justicia -según sus testimonios-, prendieron fuego la puerta de la casa del agresor.
Los vecinos aceptaron hablar con el periodista Pedro Levy de El Tres, pero sin mostrar sus rostros por “miedo”, según contaron. “Ya estamos cansados, las agresiones son continuas, desde ladrillazos, palazos, piedrazos, siempre con mujeres y niños”, detalló una de las víctimas de las agresiones. “Ya no tiene control”, agregó.
La mujer contó que “una vez prendió fuego los caños del gas, es muy peligroso”. Y describió que “es una persona con problemas mentales y muy agresivo”.
Los que sufren esta situación todos los días aseguran que “siempre con mujeres y niños, con los hombres no se mete. Cuando algún hombre intenta defender a los agredidos, saca su carné de discapacidad y le dice «si me tocás te hago un agujero»”.
Se sienten “desamparados” y apuntaron que “cuando viene la policía se ríe de ellos”. “Estamos con miedo, no podemos tomar mates en el patio porque nos tira ladrillazos enteros”, indicó una mujer.
“Ya tenemos denuncia en Fiscalía, denuncia en Tribunales, denuncia en la comisaría, y no pasa nada”, insistieron.
Otra vecina comentó que el hombre en cuestión “estuvo internado en 2015 en el Suipacha porque le pegó a un vecino, lo agarró de espaldas y lo desfiguró. Y a una vecina le tiró un piedrazo en la espalda que casi la mata”.
“A mí me vino a pegar un montón de veces, se metió en mi casa a agredirme, es insólito que no vaya preso por eso o que esté internado”, se quejó. “Sale y grita «soy el comandante Marcelino Claudio Brítez, están en estado de sitio y el que sale cobra»”, detalló.
También denunciaron que “grita todo el tiempo, pone la música muy fuerte en la madrugada, los vecinos se van a trabajar sin dormir acá; no es vida esto”.
“Hace diez días que no sabemos nada de la madre, que es una persona mayor de 80 o 85 años, que está enferma y se niega a tener atención médica”, contaron.
Consultados por la respuesta de los vecinos, que prendieron fuego el frente de la vivienda del agresor, los habitantes de la cuadra respondieron: “Prendimos fuego la puerta de la casa para llamar la atención, no quisimos quemar la casa”.
“Yo vivo pegado a él; un día estaba en el patio, se subió a una escalera y le tiró un ladrillazo en el pecho a mi esposa”, describió un hombre que se acercó al micrófono de El Tres. “Me cortó todos los cables de la luz y del cablehogar”, finalizó.