La policía uruguaya halló rastros de sangre en la mochila de Lola Chomnalez y ahora los investigadores revelarán las muestras de ADN para determinar si corresponde a la joven asesinada o a otra persona. La información fue difundida por el diario local El País.
Asimismo, la policía científica está tras las huellas dactilares del asesino que escondió la mochila en la arena a unos 20 centímetros de profundidad aproximadamente.
Este miércoles, los investigadores encontraron la mochila a pocos metros de donde apareció semienterrado el cuerpo de la joven. En su interior había una billetera vacía, el DNI de la joven, un pareo y un libro de Julio Cortázar.
Fuentes de la investigación afirmaron que la policía científica de Montevideo también analiza un trozo de madera, al parecer con cabellos, colillas de cigarrillos y una prenda de hombre.
Efectivos de la policía del departamento de Rocha, en tanto, continuaron con tareas de rastrillaje en busca del cuchillo con el que fue herida la adolescente, en el balneario donde se encontraron el cuerpo y la mochila.
El cuerpo de la adolescente de 15 años había sido hallado el 30 de diciembre, dos días después de su desaparición, entre el balneario Barra de Valizas y Aguas Dulces, en el departamento Rocha.
La familia de la adolescente había informado que, al momento de su desaparición, la joven llevaba en la mochila 2.500 pesos y un libro.
El ministerio del Interior uruguayo informó ayer en un comunicado que la mochila constituye "uno de los principales objetos que podrían arrojar luz al caso".
Fuentes de la policía de ese país manifestaron ayer que en el marco de la investigación se busca a un hombre de Montevideo que trabaja como changador, quien fue visto en el balneario el día en que desapareció la adolescente.
El cuerpo de Chomnalez, quien había llegado un día antes de su desparición a Barra de Valizas para pasar unos días con su madrina y su familia, fue hallado el 30 de diciembre enterrado entre dunas del balneario.
Desde el hallazgo del cuerpo, y hasta el 8 de enero, la jueza López Moroy detuvo y luego liberó a 9 personas e indagó a la madrina de la adolescente, Claudia Fernández, y a su esposo, Hernán Tuzinkevich.
También fueron citadas 13 personas para declarar por el caso en la Seccional 4 de la ciudad de Castillos. El último detenido, también liberado, fue un albañil conocido como "Conejo", cuyo identikit fue difundido en medios de comunicación.
La autopsia reveló que antes de morir sofocada en la arena la adolescente fue cortada en el cuello con un cuchillo poco afilado y recibió puntazos en el brazo derecho.