Los nuevos hallazgos podrían ayudar a explicar por qué no todas las personas tratadas con antidepresivos ven mejoras en su condición y también podrían señalar el camino hacia nuevos tratamientos, afirmaron los investigadores en el estudio, publicado en la revista Nature Genetics.
En la investigación más grande de ese tipo realizada hasta ahora, los científicos también descubrieron que la base genética para la depresión se comparte con otros trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia y que algunas de las variantes están relacionadas con los objetivos de los fármacos antidepresivos, según docsalud.
La depresión severa afecta a cerca del 14 % de las personas en todo el mundo y es el mayor factor de discapacidad a largo plazo en la población general. Sin embargo, solo la mitad de los pacientes responden bien a los tratamientos existentes.
"Las nuevas variantes genéticas descubiertas tienen el potencial de revitalizar el tratamiento de la depresión mediante la apertura de vías para el descubrimiento de nuevas y mejores terapias", dijo Gerome Breen, del King's College de Londres, quien trabajó en el equipo de investigación.
El estudio fue un esfuerzo global, con datos que cubren a más de 135.000 pacientes con depresión severa y alrededor de 344.000 controles usados como comparación.
"Este estudio ha arrojado una luz brillante sobre la base genética de la depresión, pero es sólo el primer paso", aseveró Cathryn Lewis, también experta del King's College que colaboró con el equipo.
"Necesitamos nuevas investigaciones para descubrir más de los fundamentos genéticos, y para entender cómo la genética y los factores de estrés ambientales trabajan juntos para aumentar el riesgo de depresión", añadió la investigadora.