Uno de los docentes acusados en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) por violencia de género realizó un descargo este viernes. Afirmó que jamás recibió una denuncia y aseguró que nunca se "excedió en la confianza" con ningún alumno o alumna. Le atribuyeron dicho lascivos y misóginos contra alumnas. Por otro lado, agregó que la situación lo tiene "consternado, desbordado" y que no sabe cómo actuar ante la viralización de frases que supuestamente expresó.
Entrevistado por el periodista Alberto Lotuf (A Diario, Radio 2), Pablo, de 69 años, manifestó que no maneja redes sociales –salvo cuando carga contenido en un grupo de Facebook dedicado a alumnos de Arquitectura– y que se enteró por su hija de una acusación que hizo una ex alumna en su contra a través de las redes. "Hace 37 años soy docente de la facultad. Esto me tiene consternado, estoy desbordado", dijo.
A Pablo le atribuyeron frases como: "Qué buen lomo tenés guacha, nunca te había visto parada, siempre sentada ahí en el banquito"; "Sos buena, piba, y además estás más buena que comer pollo con la mano"; y “Hay que tener en claro muchas cosas para garantizar la eficiencia energética. Pero a ustedes no les debería importar porque son mujeres y nunca lo van a calcular”.
Sobre la última frase, explicó: "Es absurdo, aberrante. Soy experto en eficiencia energética y trabajo codo a codo con mi mujer, que es arquitecta, y mi hija, que es ingeniera mecánica. Resuelven muchos de mis problemas. A algunos (alumnos) los canso de tanto mencionarlas en mis clases".
El docente relató que se enteró de los carteles cuando no estaba en el predio universitario. "Estoy anonadado. Para defenderme de la situación debería recibir alguna denuncia o acusación. ¿Cómo puedo defenderme de denuncias anónimas? No hablé con el decano porque estaba de vacaciones, estaba afuera de la ciudad", añadió.
"Como me estoy por ir al exterior por 25 días, me hicieron el comentario de que me convendría tomarme un tiempo para que las aguas se aquieten y se aclaren. Me parece absurdo. No tengo pensado dejar de ser docente. Estoy a un año de jubilarme. Esto me desborda. No sé qué hacer, cómo actuar ante una situación así", señaló.
Pablo consideró que debería hablar con las autoridades, aunque duda porque los involucraría "en una situación que no es clara". "De golpe alguien dice que hace 25 años tuvo una situación. Es absurdo, era otra vida. Nunca tuve exceso de confianza con ningún alumno o alumna", manifestó al hacer referencia a la acusación que hizo en su contra una ex alumna.
Julia, la hija del docente, también participó de la entrevista telefónica. Sostuvo que le recomendó a su padre que no hablara con los medios de comunicación y que no lo ve bien. "No creo que haya dicho eso. Con mi mamá lo ayudamos en un montón de cosas y todo el tiempo comenta sobre su familia", indicó.
"Quiero que él esté bien y tranquilo, el resto no me afecta. Lo conozco como persona. Quienes lo conocen saben cuál es la situación", agregó.
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