En ese contexto, el titular de la empresa Rosario Bus, Agustín Bermúdez, dueño del 50 por ciento del transporte local, dijo que las cifras deben procesarse para saber si se puede pagar o no y convocó al intendente Miguel Lifschitz para que dé su opinión. “Si esto lleva aparejado un aumento del boleto que la gente no podrá pagar, estaremos en problemas”, advirtió el empresario quien instaló en la reunión la posibilidad de retocar la tarifa para poder afrontar el pago de los sueldos aumentados.
Bermúdez reconoció que en el último año aumentó el corte de boleto y que ya se aumentó la tarifa, pero insistió en que su empresa enfrenta una deuda importante, como consecuencia de haber renovado la flota de coches. “Todo es plata –dijo–, algunos prefieren quedarse con coches viejos, nosotros no. Además, el aumento que se dio hace poco sirvió para compensar el anterior aumento salarial de los choferes que ahora tienen un básico de 2.600 pesos”.
Por su parte, el titular de la empresa Las Delicias, Rubén Rodríguez, fue uno de los más categóricos a la hora de descartar la posibilidad de pago de semejante aumento con la tarifa vigente y mandó a Cornejo a estudiar Matemática y Contabilidad, antes de decirles a los empresarios como cierran sus balances.