Además argumentó en una declaración judicial que el tribunal que evalúa el acuerdo no estaba bien equipado "para equilibrar y hacer los ajustes necesarios para acomodar los diferentes intereses públicos en juego cuando una nueva tecnología ofrece tanto la promesa del beneficio público como el peligro de abusar de los dueños de los derechos de autor y los consumidores".
Los rivales de Google, Microsoft y Yahoo también se oponen al plan, mientras que la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos y la Asociación de Bibliotecas de Investigación pidieron supervisión judicial.
Algunas bibliotecas temen que el plan le de a Google la capacidad libre de fijar precios para bibliotecas, una vez que digitalice libros y los ponga en Internet.
Si el servicio se convierte en una necesidad para las bibliotecas, eso se volvería un monopolio de precio, argumentan los que se oponen a Google.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos investiga el acuerdo, mientras que las autoridades de la competencia de la Unión Europea, alentadas por Alemania, dijeron que lo estudiarán.
El acuerdo propuesto resolvería una demanda presentada en el 2005 por el gremio de autores. La asociación y un grupo de editoriales habían acusado a Google por infracción de los derechos de autor.
Google ha acordado pagar 125 millones de dólares para crear un Registro de Derechos de Libros, donde los autores y las editoriales puedan registrar sus obras y recibir compensaciones.