Si pensamos en un profesor, la idea de un aula repleta de estudiantes se asocia casi al instante. En la imagen tradicional o más habitual de estos, el docente se encuentra frente a los alumnos, transmitiendo su lección de manera oral o con presentaciones de diapositivas.
Sin embargo, esto no es lo único que hacen los docentes en su tiempo de trabajo. Además de presentar una lección, estos planifican las clases, realizan tareas administrativas, pasan lista, evalúan trabajos, realizan presentaciones, repasan el progreso de sus estudiantes, charlan con sus alumnos, buscan material de interés para el grupo, se reúnen con otros docentes y autoridades del curso, etc.
La tarea de un profesor contemporáneo implica todo tipo de tareas, que en definitiva restan tiempo a la enseñanza e implican una dedicación horaria que excede los tiempos de trabajo habituales. Por lo general, las planificaciones, correcciones, búsquedas de información y otras tantas tareas se realizan en el hogar.
Por ello, la gestión del tiempo se vuelve esencial para este tipo de profesionales. Tanto así, que puede cambiar la forma en que se sienten respecto a su trabajo.
¿Es tu caso? ¿Sos profesor y pasás más tiempo con tareas administrativas que de enseñanza? Estas son las 6 estrategias y tips que van a ayudarte a cambiarlo de manera definitiva:
1) Automatizá la lista
Gracias a la transformación digital que enfrentan los centros de estudio, es cada vez más sencillo incorporar tecnología al aula. Un ejemplo efectivo y que ahorra tiempo son las apps para el control de lista, que quitan esta tarea de las manos de los docentes.
2) Cambiá los exámenes
Existen exámenes autocorregibles que pueden crearse incluso con elementos tan simples como los formularios de Google. Usarlos puede ahorrarte horas de tiempo que normalmente usarías en corregirlos.
3) Blog
Con un blog de la clase, será más sencillo tener en un solo lugar los debates, entregas de trabajos e intercambios de opiniones.
4) Formación de pares
Creá actividades que permitan el intercambio entre pares, permitiendo que los propios alumnos se enseñen las temáticas.
5) Invertí
La clase invertida ahorra tiempo y mejora la comunicación con los alumnos, por lo que no serás el único que gane empleando este modelo pedagógico.
6) Simplificá
Cambiar los exámenes de desarrollo por los de múltiple opción, las lecciones teóricas por películas sobre una temática concreta... Existen tantos formatos y sistemas, que no aprovecharlos resulta una pérdida de tiempo.
Por último, es necesario que te preguntes qué vas a hacer con el tiempo que estás ganando. Este puede ser de utilidad para conciliar de mejor forma vida laboral y personal, o para expandir tus actividades, optando por ejemplo por realizar una investigación o estudio de posgrado.
Fuente: Universia Argentina