Los estudiantes recurren cada vez más a la técnica de “copiar y pegar” información de diversas fuentes ante un trabajo práctico o una monografía. Los buscadores de Internet son sus principales aliados para dar forma al contenido que luego firmarán como propio.

Técnicamente la acción podría considerarse “plagio”, pero esta problemática abarca no sólo a la nueva conducta de los estudiantes sino también a ciertas deficiencias del sistema educativo. "Convivimos en una cultura mediatizada por la nueva tecnología pero no hemos sabido preparar a los chicos para su uso. Ellos se han preparado por prueba y error, y se han lanzado a la diversión más que al refuerzo del aprendizaje", afirma Alejandro Castro Santander, psicopedagogo y docente.

"Es un problemática interesantísima con la cual venimos remando hace bastante. Ésta es la clave: está bien buscar en Internet pero lo importante es cómo se procesa esa información. Si es solo copiar y pegar está mal pero si en cambio leo, comparo, analizo y saco mis conclusiones entonces es válido", añade Raúl Tonelli, profesor redes de información en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional Mendoza.

Hay una coincidencia tácita en que la situación no tiene un solo culpable. "La escuela está alejada de esta formación y es necesario que los chicos tengan nuevas competencias para el recurso tecnológico", apunta Castro Santander. El rol del profesor en el aula también se pone en juego cuando los alumnos recurren a esta técnica.

"El problema son los docentes que no hacen nada al respecto. Yo me he encontrado con algunos que pedían trabajos y los estudiantes buscaban, copiaban, y pegaban. Incluso hay docentes que se jactaban de que sus alumnos hacían una excelente tarea y no reconocían que los estaban engañando con material plagiado pero a su vez tampoco distinguían su propia deficiencia en esto", opina Tonelli.


Los adolescentes son los más proclives al "copiar y pegar" como forma de estudio, pero los docentes atestiguan que pasa en muchos ámbitos. "Muchos universitarios cometen el mismo error que los más jóvenes. No es fácil buscar y algunos de mis alumnos son adultos y les cuesta profundizar eso que copian y pegan", asevera el psicopedagogo y agrega: "Los más grandes nos hemos ido adaptando a la tecnología. En cambio los chicos nacieron en un mundo digital, entienden la lógica del aparato pero les faltan herramientas para aprovechamiento del aprendizaje".

Pero los docentes tampoco se quedan atrás en el uso de las tecnologías. "Tengo mis métodos para descubrirlo. Para darme cuenta pongo una frase del trabajo en Google y 90% de las veces aparecen el texto original", asegura Tonelli, quien además enseña en escuelas de educación media y asegura que desde hace varios años es un método común tanto en alumnos de escuelas secundarias como de la universidad.


Todos coinciden en que prohibir el uso de Internet para la elaboración de un trabajo escolar sería un despropósito. "Creo que se debe recurrir a Internet pero hay que aprender cómo hacerlo. El tema es cómo busco y selecciono la información que encuentro allí. Es mucho más complicado seleccionar algo de Internet que de un par de libros sacados de la biblioteca", dice Castro Santander.

Fuente: Los Andes de Mendoza