El papa Francisco pidió este domingo tutelar y amar la vida "desde la concepción hasta su fin natural". De esta forma, ratificó el rechazo de la Iglesia al aborto y la eutanasia.
"El amor por los otros no puede ser reservado a momentos excepcionales, sino que debe volverse la constante de nuestra existencia", subrayó durante la oración del Regina Coeli de este domingo en Plaza San Pedro.
"Por eso es que estamos llamados, por ejemplo, a custodiar a los ancianos como un tesoro precioso y con amor, incluso si crean problemas económicos y complicaciones", apuntó desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano.
En este sentido, destacó que "por eso es que, a los enfermos, también en su última etapa, debemos darles toda la asistencia posible".
"Los que van a nacer deben ser siempre escuchados, por lo que, en definitiva, la vida siempre debe ser tutelada y amada desde la concepción a su fin natural", sostuvo Francisco.