Matías Manna
“Nombrar no es jamás una operación inocente, sobre todo, si el poder de nominación emana de una instancia jerárquica superior, de una figura legitimada”, sostiene Carina Kaplan, doctora en educación (UBA) y especialista en vínculos y afectividad escolar.
¿Cuántas denominaciones existen sobre los mediocampistas? Si le otorgamos atención al nombre que los entrenadores le colocan a los centrocampistas podemos intuir su ideario relacionado al juego.
Más allá de las tradicionales denominaciones sobre los puestos clásicos como “mediocampista defensivo” o “mediocampista ofensivo”, una nueva camada de entrenadores suelen nombrar al “mixto” como el volante que juega entre el más adelantado y el más retrasado en la línea media.
“Volante mixto”, es un término muy utilizado actualmente en el fútbol argentino. La Real Academia Española marca que Mixto es aquello “que está compuesto por dos o más cosas distintas mezcladas”. El mixto es aquel que mezcla defensa y ataque en el mediocampo. Su rol es ese. Hay equipos que usan mixtos y otros no. Rosario Central parece no tenerlos en sus últimas alineaciones. Dominguez y Musto son los mediocampistas más retrasados, defensivos u organizadores. Y a ellos se les suman dos mediocampistas externos más un mediapunta que se posiciona por detrás del centrolantero.
River, en cambio, tiene al uruguayo Carlos Sánchez como ejemplo de mixto, alguien que en casi todos los momentos del partido está picando y llegando al área para atacar o defendiendo con intensidad en la zona media o defensiva.
Existen entrenadores que desean más mixtos en la estructura de sus equipos. Pero existe otra denominación que se ancla en otro modelo de juego. Si los volantes mixtos son necesarios para equipos que atacan con intensidad y vértigo sin pizcas de quietud ni paciencia, el rol de los “mediocampistas interiores” son lo contrario. Necesarios para el control y el dominio del juego mediante el pase y la posesión del balón, denominar a un mediocampista como interior exhibe la idea de juego. Gerardo Martino suele llamar interiores (y no mixtos) a un par de mediocampistas en sus equipos.
La posición sobre el terreno de juego y las intervenciones de Lucas Biglia frente a Alemania en el primer amistoso de Martino como seleccionador argentino, muestran lo que es un interior.
“Si decimos que no hay interiores, en Mancuello tenemos uno. Me gustaría entrenarlo”, sostuvo Martino demostrando su intención para el armado del mediocampo y considerando de buena forma el nivel actual del volante de Independiente. El mismo que fue figura en la victoria de su equipo frente a Rosario Central.
Interior: "Que está en la parte de adentro". Ahí los quieren algunos. Dentro de la cocina donde se comienza definir el juego: el centro del campo. Su prioridad no es llegar al arco rival (aunque llegan) ni ganar un 1vs1 defensivo (aunque los ganan, sobre todo los ahorran mediante sus pases) sino dar criterio al equipo mediante asociaciones, juntar líneas y profundizar cualitativamente construcciones ofensivas.
La denominación Interior lleva consigo la intención de contener superioridad numérica y posicional en esa zona del campo que otros desprestigian por ansiosos para llegar al área rival o cuidar su arco.
(*) Matías Manna (@matiasmanna) es autor del libro Paradigma Guardiola (Ara Llibres), creador del blog que lleva el mismo nombre. Entrenador de fútbol profesional y asesor e integrante de cuerpos técnicos de nivel internacional, nacional y regional. Egresado de la carrera de Posgrado Comunicación Digital Interactiva (Universidad Nacional de Rosario) – Licenciado en Periodismo (UNR). Docente universitario. Gestor de @ParadigmaPep.