Una organización que reúne a padres de niños con algún trastorno de desarrollo pusieron en marcha una campaña para evitar el uso de pirotecnia cuyo ruido afecta considerablemente el estado de los chicos. La iniciativa apunta a optar por formas de celebración que no perjudiquen a otros.
En diálogo con Ciro Seisas en A Diario (Radio 2); Sol Mateo de la ONG TGD Padres, explicó que la iniciativa implica dejar de lado el uso de pirotecnia, como por ejemplo, petardos y bombas de estruendo, que generan ruidos muy impactantes. “Venimos buscando un cambio de paradigma, ponernos un poco en el lugar de otras familias que tienen personas con autismo a las que les afecta porque son hipersensibles en su parte auditiva”, señaló.
“La persona con autismo puede tener afectado el oído, les llega todos los sonidos con la misma intensidad y pueden llegar a tener sensación de dolor”, explicó y puso como ejemplo a su hijo: “Si hay perros con ladrido agudo le pueden llegar a doler los oídos”, sostuvo.
Mateo comentó que muchas familias con niños chiquito en esta situación deben celebrar puertas adentro porque las constantes explosiones les desatan verdaderas crisis. “Los más grandes, que ya experimentaron esto y pueden usar audífonos tienen herramientas pero no lo más chiquitos sufren”, observó.
Finalmente, advirtió que el uso de pirotecnia no sólo se reduce a las noches del 24 y el 31 sino que se evidencia durante todas las jornadas previas y posteriores, convirtiéndose en una verdadera tortura para los niños autistas. En ese sentido, pidió a la población recurrir a otros productos que no impliquen la generación de estruendos.