En un futuro próximo tal vez los pacientes con diabetes tipo 2 ya no tengan que inyectarse diariamente insulina, si prospera una potencial terapia que fue probada con éxito en el Centro Médico Universitario de Utrecht.
La misma consiste en un tratamiento que destruye la membrana mucosa del intestino delgado. Ocurre que esta membrana se repara por sí misma en unas pocas semanas, y cuando lo hace, logra que los niveles de glucosa en sangre se estabilicen, según el reciente descubrimiento.
La prueba consistió en la colocación de un pequeño tubo con un globo en la boca de 50 pacientes. Cuando el globo se infló con agua caliente, quemó la membrana mucosa del intestino. Tras dos semanas, la misma se regeneró y estabilizó los niveles de glucosa en sangre, y este efecto se siguió observando hasta un año después de realizado el experimento.
Según publicó The Guardian, este hallazgo pone en evidencia la existencia de un posible vínculo entre la absorción de nutrientes por la membrana del intestino delgado, y la resistencia a la insulina que desarrollan los pacientes de diabetes tipo 2.
Pese a los prometedores resultados, los científicos son cautos porque no es la primera vez que se prueba un posible tratamiento pero después falla en la estandarización.