La fría crónica policial dice que entraron a robar en tres departamentos de un edificio del macrocentro y que de uno se llevaron más de 100 mil pesos en efectivo. Pero relatado por quien lo sufre en carne propia, el tenor del hecho parece otro. Silvina, una de las víctimas, contó su caso ante las cámaras y, entre lágrimas, dijo estar “devastada” porque no es la primera vez que vive algo así.
“Soy comerciante, trabajo 14 horas por día, dejo a mi hija con mi suegra todo el tiempo. Todo para vivir un poco mejor, pero sin ningún lujo, porque alquilo. Entrar a mi casa y encontrar que me manosearon de esa manera, me siento muy devastada”, expresó la mujer desde el móvil de El Tres.
Junto a Abel, su pareja, y a su nena, se encontraron con el departamento todo revuelto cuando llegaron el domingo a la noche. Viven en el 7º piso de una torre de Dorrego al 1900, donde las puertas a la calle no estaban violentadas, pero sí la de su casa y la de otras tres unidades del edificio.
“Me faltaba dinero de una venta de un negocio realizada el jueves, 100 mil pesos. Además, 20 mil pesos de él (en relación a Abel) y 10 ó 15 mil de ahorros de la nena”, detalló Silvina y agregó: “Todavía tenemos todo dado vuelta, creo que falta ropa también”.
Además, relató que ya viene de una experiencia similar, lo que vuelve más duro este golpe. “Hace dos años entré con mi hija a otra casa donde vivía y tenía tres tipos adentro”, recordó, y dijo que ese traumático episodio le dejó secuelas psicológicas a la menor.
“Nos mudamos a un departamento por la inseguridad y ella igual me decía: «Mamá, van a entrar por la ventana», y yo le decía que acá no... Ahora de qué manera le puedo hacer entender que esto no se termina”, graficó, siempre bajo una visible conmoción.
Finalmente, pidió dejar un mensaje “a la sociedad” y expresó: “Hagamos algo, hoy me toca a mí, pero basta de conformarnos con decir «no nos pasó nada». No podemos decir gracias por eso. Ya estoy cansada”.