Wojciech Jabczynski es un alpinista polaco que hace unos días se llevó una enorme sorpresa cuando escalaba el Rysy, el pico más alto de su país. Al llegar a la cima, a 2.499 metros de altura, el alpinista se encontró con ¡un gato doméstico!.
Para más datos, el minino –según contó Jabczynski– se acicalaba tranquilamente, como si nada.
De hecho, no hizo caso del alpinista hasta que éste sacó de su mochila algo de queso.
Jabczynski cree que el gato llegó allí desde una cabaña turística situada al otro lado de la cima, en el lado eslovaco de la montaña.