Dos proyectos de enseñanza semi presencial fueron implementados en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Las propuestas, además de volver más dinámico el proceso de aprendizaje y mejorar la interacción entre alumnos y profesores, la introducción de la plataforma virtual contribuye a resolver los condicionamientos que se les generan a los estudiantes a la hora de conciliar las obligaciones laborales con las académicas.

Para medir la efectividad del proyecto, los investigadores realizaron encuestas en los diferentes foros en los que se dividió a la plataforma EVA y llegaron a dos conclusiones: la primera marca que la plataforma es utilizada, principalmente, por los estudiantes que están terminando la carrera, quienes se vuelcan al aula virtual porque tienen más obligaciones laborales o sociales que los grupos medios o bajos. La segunda conclusión determina la existencia de tres tipos de aulas virtuales según las herramientas que se utilizan en cada caso: en el tipo uno se agruparon quienes utilizaron como herramienta central el foro de la página para comunicarse entre sí; en el tipo dos, los grupos que utilizaban otras características del Entorno Virtual de Aprendizaje (EVA), además del foro, sin que prevalezca una sobre otra. Y, por último, en el tipo tres figuran aquellos que utilizaron el espacio virtual para el intercambio de archivos.

“La investigación tuvo como objetivo principal introducir la modalidad de educación semi presencial en aulas de los ciclos bajo, intermedio y superior de la Facultad de Ingeniería”, explicó la investigadora Claudia Minnaard. Esta nueva metodología didáctica, conocida como blending learning, se define como una combinación de enseñanza presencial con medios tecnológicos que permiten aprender a distancia.

El proyecto fue aplicado con el objetivo de resolver las serias dificultades que tienen los estudiantes para hacer coincidir las obligaciones laborales con las académicas. El aula virtual es la herramienta para solucionar este problema ya que mejora la comunicación entre los miembros de la comunidad educativa, volviéndola más eficiente y dinámica.

Minnaard afirma que “el área virtual es un complemento que no puede reemplazar la clase presencial”, y agrega: “La estructura universitaria actual y las metodologías que desde ella se ofertan deben renovarse, hacer frente a la evolución y a los rápidos cambios que experimenta la sociedad; es indispensable mejorar la calidad y, sobre todo, la flexibilidad de los sistemas educativos y de formación”.

Junto con las modalidades de blending learning se plantea el modelo de aprendizaje colaborativo, en el cual se forman grupos o equipos de trabajo que persiguen ciertos objetivos de aprendizaje. Todos los integrantes parten desde una misma base y deben involucrarse en las actividades y los problemas a resolver. El grupo aporta ideas diferentes para solucionar un supuesto, con lo cual la interacción entre los participantes es la principal impulsora de la solución del problema.

La experiencia del blending learning no se plasma sólo en la interacción entre estudiantes, o entre estudiantes y docentes, sino que también marca la creación de un espacio virtual donde los profesores pueden concurrir para realizar especializaciones en diferentes áreas. Minnard detalla: “El área virtual no funciona como un aula en sí misma, es un apoyo para docentes y estudiantes, se suben los mismos contenidos que se dan en clases, los programas y toda la parte organizativa”.

Esta segunda parte de la experiencia permitió la creación de una plataforma virtual exclusiva para docentes, llamada Red de docentes de las carreras de Ingeniería. Su finalidad principal es favorecer la comunicación e interacción entre profesores, para facilitar la coordinación y el intercambio de materiales y resultados de experiencias, además de compartir opiniones e información.

Otro objetivo fue el de impulsar la actualización de los contenidos pedagógicos; se permitió incorporar actualizaciones de las currículas, con la idea de que los docentes realicen también una autoevaluación. El espacio virtual para docentes se dividió en diferentes secciones, compuestas por seguimiento curricular, formación pedagógica, apoyo docente y foros de discusión.

En este caso, se concluyó que la interacción llegó a un nivel medio y la principal categoría de participación fue la parte de réplica. Para finalizar, la investigadora indicó que “la idea es extender el proyecto a todas las universidades, debido a que el área virtual permite ahorrar tiempo a los docentes y darles más herramientas a los estudiantes”.

Fuente: Universidad Nacional de Lomas de Zamora