El hombre de 35 años que se hizo pasar por vendedor y molió a golpes a un jubilado de Pérez para robarle, fue declarado en rebeldía este miércoles por la Cámara de Apelaciones y ahora pesa sobre él un pedido de captura. Había sido liberado tras el hecho por una jueza de Primera Instancia.
El hecho en cuestión fue en marzo en Pérez. La víctima tiene 74 años. Fue detenido en el momento y zona del hecho y su participación en el hecho está sostenida con una sólida evidencia que colectó el fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA) José Luis Caterina.
A pesar de aceptar los cargos contra él, la jueza de Primera Instancia María Melania Carrara le otorgó la libertad. En ese entonces, la Fiscalía apeló esa decisión y para este miércoles programaron una nueva audiencia. Sin embargo, el imputado no asistió. Por eso, según informaron en Telenoche (El Tres), Caterina pidió que sea declarado en rebeldía. Así, la camarista Bibiana Alonso hizo lugar a su pedido y dictó la captura.
El jubilado de Pérez fue víctima de este hombre que se hizo pasar por vendedor ambulante y tocó a la puerta de su casa. Lo molió a golpes y lo lastimó con un destornillador hasta hacerlo sangrar. Todo por menos de 300 pesos, una minipimer y cuatro botellas de sidra.
Imputado y liberado
El delincuente, identificado como Marcos Sebastián R., de 35 años, fue detenido en la zona del hecho en los minutos posteriores, gracias a que un testigo lo siguió.
Tenía manchas de sangre compatibles con las lesiones producidas y le secuestraron elementos robados, hasta un destornillador similar al que la víctima describió como el usado para golpearlo.
Fue imputado por el delito de tentativa de robo y privación ilegitima de la libertad ambos en concurso real y en carácter de autor.
La fiscalía explicó que la figura legal de privación ilegítima fue utilizada porque el ladrón retuvo al jubilado unos 30 minutos en la casa.
Con esos argumentos, el fiscal José Luis Caterina había pedido que el imputado reciba prisión preventiva sin plazo pero la jueza Maria Melania Carrara rechazó ese pedido dictando la libertad del imputado con prohibición de acercamiento al domicilio de la víctima en la localidad de Pérez.
A la hora de liberarlo, la jueza señaló que no se cumplía el requisito de la peligrosidad procesal para mantenerlo en prisión preventiva, pese a que el fiscal había anticipado que conoce el domicilio de la víctima y de los testigos principales y que por los antecedentes podría intentar fugarse.
Trascendió además, que tiene una probation cumplida y un antecedente condenatorio que saldó en 2017.