Esta semana, la Afip empezó a enviar una serie de correos electrónicos con los que buscan advertir a presuntos empleadores para que pongan a sus empleados en blanco. Apuntan a los rubros gastronómicos, empresas rurales y casas particulares. La presunción, estadísticas a la vista, parece tener sustento, ya que a cinco años de sancionada la Ley 26.844 de Servicio Doméstico, conocida como el “Régimen especial de contrato de trabajo para el personal de casas particulares”, tanto en el país como en la provincia de Santa Fe, apenas el 20% de los trabajadores y trabajadoras del sector están registrados.
La expresión “trabajo en negro” alude a la relación laboral no registrada o que lo está de modo deficiente. También se lo denomina “trabajo clandestino” y genera para el trabajador, falta de aportes al sistema de la seguridad social.
En consecuencia, no puede acceder a cobertura en caso de un accidente de trabajo, por no tener un contrato de ART. Tampoco goza de los beneficios de una medicina prepaga u obra social y se le impide la posibilidad de tener aportes jubilatorios.
Sólo el 20% de los empleadores contrata acorde al marco legal
Santa Fe figura junto a Buenos Aires y Córdoba como las de mayor registración de personal, pero ese porcentaje disminuye en las provincias del norte del país.
La cifra aportada a Rosario3.com, por la Asociación de Trabajadores Auxiliares de Casas Particulares (ATACP), establece que alrededor de 130.000 trabajadoras y trabajadores del sector en todo el territorio provincial están registrados, de los cuales aproximadamente 60.000 cumplen tareas en la ciudad de Rosario.
El 90% de los empleadores registrados son de clase media. Apenas el 10% restante es de clase social alta.
Como contrapartida, figuran registrados unos 128.000 empleadores (proporción de 1,01 empleados por cada empleador). Según la fuente consultada, el 90% de los empleadores registrados son profesionales o pequeños comerciantes de clase media que por razones laborales necesitan contratar a una empleada o empleado para las tareas domésticas. Apenas el 10% restante es de clase social alta.
Las tareas más demandadas por los empleadores son: cuidado de niñas y niños, acompañamiento no terapéutico de personas mayores, limpieza y jardinería. En todos los casos, la ATACP, actúa como nexo gratuito entre empleadores y trabajadores inscriptos en la bolsa de trabajo de la Asociación.
De los trabajadores registrados en la provincia de Santa Fe, alrededor del 82% son mujeres y 18% varones. La cantidad de varones es superior a la de otras provincias del país, donde alcanzan apenas el 5%. Desde el Sindicato relacionan ese porcentaje superior con la presencia de numerosas casas de fin de semana y viviendas de campo que requieren del trabajo de caseros cama adentro, quienes, en Santa Fe están encuadrados en ATACP y no como trabajadores rurales.
Fuera de la Ley
“A partir de la sanción de la Ley 26.844, en el año 2013, hubo un impulso del blanqueo y el mejor momento se vivió en los dos años posteriores a la promulgación, cuando alcanzamos el 22% de registración de trabajadores”, precisó a este medio el secretario general de la ATACP, Francisco Frenna, y mencionó algunos aspectos aún no reglamentados de la norma que quizás incidan en el escaso porcentaje de blanqueo, como la falta de estudios preocupacionales por parte de las ART, que permitan conocer si la persona cuenta con problemas de salud preexistentes.
El dirigente destaca, además, que en el año 2006, antes de la sanción de la Ley, hubo una campaña de blanqueo para lograr que los trabajadores de casas particulares a partir de las 16 horas semanales, pudiera acceder a obra social y jubilación.
En ese momento, aunque con menor fuerza que en 2013, también se produjo un aumento del blanqueo de empleados.
¿Habrá “efecto Afip”?
Frenna prefiere no aventurar un juicio sobre si la carta enviada por Afip para que los presuntos empleadores en negro se pongan al día, logrará su objetivo, pero reconoce que puede ser útil.
“No sabemos el resultado de esta acción, pero sí sabemos que hay mucha gente en negro. A veces son los empleadores los que no quieren blanquearlos y otras son los mismos trabajadores quienes prefieren seguir en negro para no perder alguna ayuda social, aunque hay que aclarar que la Asignación Universal por Hijo (AUH) no se pierde por estar registrado o registrada”, aclaró el representante gremial, y agregó que está de acuerdo con que se intime, para que la gente (empleadores y empleados) tomen conciencia.
El trámite de registración: pasos, costos y beneficios
A partir de la sanción de la ley, toda persona que desarrolle tareas en casas particulares (aunque sea sólo una hora) es considerado un trabajador o trabajadora, pero los aportes varían según la cantidad de horas que cumple funciones.
No hay comparación entre la exigua suma que el empleador debe aportar y el enorme beneficio que significa el blanqueo para el trabajador.
Según informó ATACP, en caso de que trabaje jornada completa (a partir de 16 horas semanales, en cualquier tarea), el empleador deberá aportar $812,15 mensuales. Si trabaja entre 12 y 16 horas, la suma será de 276,36 y si es inferior a 12 horas, deberá aportar $188,88.
"Como surge de los importes, no hay comparación entre la exigua suma que el empleador debe aportar, con el enorme beneficio que significa el blanqueo para el trabajador", afirma Frenna.
Para realizar el trámite, el empleador debe ingresar a la web de Afip, con su clave fiscal y seleccionar la pestaña de “alta servicio doméstico”, completar los datos y luego, pagar en el banco, el importe consignado en el formulario 102, que se descarga de la misma página.
El paso siguiente debe darlo el empleado o empleada, quien con el comprobante de pago y el certificado de alta en Afip que le entrega el empleador, debe dirigirse a la obra social –en Rosario: Italia 1.340/1.342– para empadronarse. A partir de entonces, comienza a tener los beneficios sociales que le corresponden por ley.
En caso de que trabaje menos de 16 horas semanales, para gozar de la cobertura total de la obra social, el empleado o empleada tiene la opción de completar los aportes en forma personal.
Si tiene familiares a cargo, hijos o esposa/o, y quiere que tenga los beneficios de la obra social, el afiliado o afiliada debe abonar la suma de $536 por cada uno de ellos.