Los chicos diseñaron los programas que permiten que el micro-controlador y los semáforos funcionen y además se ocuparon de sincronizar los de dos esquinas hipotéticas que incluían el nuevo implemento. Éste fue presentado al personal municipal con la idea de estudiar la posibilidad de que se coloque en la esquina de alguna institución que congregue a ciegos y disminuidos visuales de la ciudad.
Para el profesor Alejandro Lorenzut, "la concreción de este trabajo me sorprendió, no sólo porque tiene el nivel de un dispositivo elaborado por estudiantes de Ingeniería, sino por los valores que transmitieron los chicos al construirlo, tales como la solidaridad y el amor al trabajo".
De esta manera docente y alumnos explicaron el funcionamiento del dispositivo, que no sólo pone los semáforos en rojo para detener el tránsito, sino que emite una señal sonora desde la esquina elegida por el usuario para que éste se oriente y sepa hacia dónde cruzar.
Por último Lorenzut, invita a reflexionar sobre un tema recurrente en el ámbito educativo: la motivación de los chicos. "En este caso yo, como profesor, apenas tuve que intervenir. Para ellos era una fuente de interés tropezar con los problemas y resolverlos. Creo que a veces el docente tiene que acompañar sabiendo cuándo dejar que sean los alumnos quienes busquen por sí solos las soluciones. Eso, es lo que más los entusiasma".
Fuente: El Día de La Plata