El ex juez de Familia Nº5 de Rosario, Marcelo Molina, sostuvo que el sistema de adopción en Argentina “no es burocrático”, sino que la problemática pasa por “los chicos que están esperando” y afirmó que muchas familias se anotan en el Registro de Adoptantes pero quizás “nunca lleguen a adoptar”. Además dio su opinión respecto de la vulneración de los derechos de los niños en los medios de comunicación.
El sistema judicial es el “lugar donde la gente silenciosamente confía sus conflictos y más en el fuero familiar", aseguró Marcelo Molina en diálogo con Daniel De Paola (Todavía No Es Tarde, Radio 2).
“En cuestiones de familia la cantidad de conflictos que se judicializan son de los más inverosímiles y eso también implica una confianza silenciosa en el Poder Judicial”, argumentó.
Sobre las demoras del sistema de adopción, Molina afirmó: “No es burocrático. La persona que quiere adoptar lo único que tiene que hacer es ir al Registro de Adoptantes, anotarse, cumplir con los requisitos que se piden que no son grandes. El Estado hace la evaluación de esa familia, lo coloca en un ranking y luego se debe esperar”.
Explicó que “la problemática no por pasa por ahí, sino por los chicos que están esperando”. Y hasta sentenció: “Es posible que la persona que esté en el registro nunca llegue a adoptar”.
“El chico que no puede ser criado por su familia biológica, tiene derecho a que una familia lo crie y lo adopte como hijo. A veces uno no puede ser fanático de la revinculación permanente de la familia biológica. Si ves que es una familia vulneradora y puso al chico en riesgo, no hace falta esperar seis meses o años para tomar una medida”, señaló Molina respecto de los plazos para entregar un chico a los solicitantes. “Identificamos este problema en general con las clases que tienen una situación de marginalidad y no lo vemos en la clase media o alta donde también hay vulneración grandes de derechos y nadie se mete en esa situación”, denunció.
Como muchas veces ocurre hay casos en los que la familia biológica una vez que el chico fue dado en adopción desea volver a verlo, aunque Molina aclaró que son los menos, pero ese derecho a conocer a su vínculo sanguíneo es “un derecho del chico”.
“La ley prevé la obligación de los padres adoptivos de hacer saber la totalidad de la información que tiene que ver con el origen de los chicos. La filiación adoptiva no es un corte con la filiación biológica. El chico nació con su historia, esta idea de que quiero adoptar un bebé para criarlo a mi gusto o placer de mi familia, es casi inexistente. No es cierto, el bebé aun siendo bebé viene con historia y queda grabado”, explicó Molina.
Por último, Molina opinó respecto de las vulnerabilidades que se aplican desde los medios hacia las criaturas a la hora de, por ejemplo, mostrar la situación actual de la niñez y las carencias que tienen. “El tema del manejo mediático de la niñez, termina rozando la vulneración de derechos del niño, la exposición pública de un niño son vulneradoras de derecho. A veces sus propios padres los exponen a una situación mediática donde nadie piensa eso porque lo está presentando su padre. Unicef tiene elaboradas algunas pautas sobre cómo es el manejo mediático respecto de la niñez y vendría bien observarlas”, recomendó. “En materia de niñez la vulneración de derechos ha existido siempre, pero ahora se ve en un grado de perversión muy grande“ concluyó.