El ruido de las obras en construcción es el que más estresa a rosarinos y cordobeses, según un estudio privado realizado en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Ruido. En cambio en Buenos Aires, los consultados respondieron que el tráfico es el sonido que más loas queja.
El trabajo, basado en entrevistas a más de 1200 argentinos, confirmó que la contaminación sonora afecta al estado de ánimo de las personas, y las mujeres son quienes más lo sufren. “La vida cotidiana nos enfrenta a una suma de factores que perjudican la audición en forma progresiva a lo largo de los años”, indicó Mónica Matti, fonoaudióloga y Responsable de Gaes Médica, empresa que estuvo a cargo del estudio.
La especialista resaltó que la contaminación sonora puede traer algunas complicaciones como pérdida de capacidad auditiva, interferencia en la comunicación, malestar, estrés, nerviosismo, trastornos del aparato digestivo, enfermedades cardiovasculares, disminución del rendimiento laboral, incremento de la posibilidad de accidentes laborales y cambios en el comportamiento social.
Otro dato que se desprende del sondeo es que a la hora de realizar tareas domésticas como cocinar, hacer deporte, trabajar o comer, los argentinos prefieren hacerlo con algún sonido ambiente. Pero si de leer, dormir o estudiar se trata, se elige el silencio, según consignó Doc Salud.
La contaminación sonora es un problema que afecta en general a las grandes ciudades. De acuerdo con datos de la OMS, alrededor de 466 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante, y de ellos 34 millones son niños. En Argentina, 8 de cada 10 individuos menciona haber tenido pitidos en los oídos.