Los investigadores, dirigidos por Hitomi Saito, realizaron el perfil psicológico de 101 pacientes obesos que pasaban por una terapia que combinaba asesoramiento, nutrición y ejercicio en la Clínica para la Obesidad del Hospital Universitario Médico de Kansai durante un periodo de 6 meses.
Los autores evaluaron las características psicosociales de los pacientes antes y después de acudir a la clínica utilizando cuestionarios psicológicos diseñados para identificar los tipos de personalidad de los pacientes.
Los pacientes que podían mejorar su autoconciencia a través del asesoramiento eran más propensos a perder peso que aquellos que no. Las características de optimismo y auto-orientación mejoraban en la mayoría de los pacientes después de un programa de 6 meses, aunque esto no se asociaba con la pérdida de peso.
De hecho, según señalan los autores, los pacientes que comenzaron el programa con los mayores niveles de las características de auto-orientación y optimismo eran menos propensos a perder peso.
Sus resultados apoyan descubrimientos previos de que algunas emociones negativas tienen un efecto positivo sobre la modificación de la conducta dado que los pacientes se preocupan más sobre su enfermedad. Sin embargo, la mejora global en el estado del ego optimista no es necesariamente perjudicial y este mayor optimismo podría dar lugar a que los pacientes mantuvieran el estilo de vida saludable conseguido en la clínica.
Según señala Saito, “es importante aumentar la autoeficacia y el autocontrol de los pacientes para reducir el estrés psicológico y mantener la pérdida de peso, que debería ser atribuida no sólo a la intervención de los psicólogos clínicos sino al efecto total de la intervención realizada por un equipo médico holístico”.
Fuente: Sociedad Española de Medicina Estética