Como una medida que pretende mejorar la seguridad en los barrios de Rosario, el municipio decidió encarar desde el Estado la implementación de alarmas comunitarias, un sistema que hasta ahora sólo proveen empresas privadas contratadas por los vecinos. Así se desprende de un proyecto para solicitar un crédito al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que apunta además a comprar otros equipamientos tecnológicos para diversos controles en el ámbito de la ciudad.
El secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, encabezó este jueves la presentación de la propuesta, que será tratada en el Concejo y luego, de ser aprobada, elevada al organismo internacional –con el aval del Ministerio del Interior de la Nación– para contar con los fondos requeridos.
“Se trataría de un crédito de hasta 11 millones de pesos para dotar de equipamiento para la Secretaría”, explicó Seghezzo, que estuvo acompañado del subsecretario de Hacienda, Guido Boggiano, entre otros funcionarios locales.
De hacerse efectivos, los recursos económicos serán destinados a la compra de sistemas para reforzar el desarrollo y actualización de software, las radiocomunicaciones y sobre todo la red de videovigilancia, a través de cámaras, botones de pánico y otros artefactos, también para optimizar operativos de controles de tránsito.
En el detalle del proyecto de ordenanza sobre “Innovación tecnológica en materia de seguridad bajo la órbita municipal” surge la novedad de los equipos de alarmas comunitarias, una herramienta ya conocida –y ya multiplicada en diferentes barrios de la ciudad– pero que pasaría a prestarse desde el Estado.
El Concejo ya aprobó el año pasado una ordenanza que permite la colocación de estas alarmas en las columnas del alumbrado público. En Villa Constitución funcionan hace tiempo; en tanto, en Rosario los primeros en tenerlos fueron los vecinos de Barrio Parque, aunque luego fueron proliferando en diferentes sectores.
En ese sentido, el secretario de Control reconoció que se trata de un mecanismo que “funciona muy bien” en los vecindarios que promovieron una participación ciudadana y que ya tienen instaladas en sus calles los equipos, con sirenas disuasorias de gran poder sonoro y reflectores que se activan a través de controles remoto en caso de que alguien detecte algún delito.
Detalló que se pretende adquirir 70 dispositivos completos con la idea de “abastecer a más de mil familias”, procediendo a la instalación “con los vecinos que quieran sumarse al programa”, aunque por ahora no se definieron los detalles sobre la distribución.
“Se trata de una iniciativa novedosa ya que estas alarmas se registran en el 911 y en el Centro de Monitoreo y, además, son de última generación”, argumentó Seghezzo.
Y remarcó que el plan municipal apunta a “favorecer la participación ciudadana (en aspectos vinculados a la convivencia ciudadana) a través de herramientas municipales”.