El mal uso de los reproductores de música portátiles es una amenaza latente para los miles de usuarios que utilizan a diario este tipo de artefactos. Los populares Ipod y MP3 pueden provocar graves problemas auditivos, incluso sordera a largo plazo, pues habitualmente superan los 100 dB de volumen, lo que equivale al ruido de un avión al despegar, muy superior al límite de exposición recomendado por los expertos, equivalente a 85 dB.
El sólo hecho de usar un MP3 no lleva a un daño auditivo irreversible. Según Luis Ortega, fonoaudiólogo de la Universidad de Chile “son tres los factores nocivos que producen una alteración de la audición después de escuchar música: la cantidad de tiempo destinada a la actividad, la cercanía a la fuente del sonido y el volumen de escucha”.
La tecnología escogida también juega un rol importante en el daño que estos equipos puedan provocar. Luis Ortega, señala “los audífonos de música que los jóvenes usan son tan chicos que van al interior del conducto auditivo, lo que provoca que el sonido llegue directamente hacia la parte interna, generando una mayor exposición”. Y si a esto se le suma el hecho de que el tiempo de escucha supera ampliamente las dos horas diarias, los daños pueden ser irreparables.
Las empresas productoras de estos aparatos ya han tenido que responder por este tipo de daño. En 2006, Apple, la empresa creadora del Ipod, enfrentó una demanda de un ciudadano estadounidense que aseguraba que uno de estos reproductores podía llegar a un máximo de 115 decibeles, y que exponerse sólo por 26 segundos al día a ese volumen de ruido dañaba el oído.
Prevenir es fundamental
El abuso de estos equipos puede tener graves consecuencias para la capacidad auditiva, por esa razón es importante tomar precauciones a la hora de usar los Ipod o MP3.
Según el otorrinolaringólogo de la Universidad de Chile y Director Médico del Instituto de Otología, doctor Ernesto Ried, no es necesario interrumpir su uso definitivamente, sino hacerlo de forma prudente. La recomendación es limitar el tiempo y el volumen de escucha. “Lo ideal es escuchar música en estos aparatos a un volumen razonable. También se recomienda hacerlo durante pocas horas ya que mientras más se prolongue el uso más importante será el daño”, explicó.
El estudio de la ACHS reveló además que el 76% de los usuarios de estos reproductores reconoce que considera dañino el equipo. Sin embargo, un porcentaje muy bajo se realiza chequeos auditivos frecuentes.
Es importante que las personas tomen conciencia de la importancia de hacerse chequeos, que se genere una cultura de prevención sobre cómo deben cuidar sus oídos.
Fuente: revistabuenasalud.cl