Según informó la empresa Ocean Infinity, propietaria del barco Seabed Constructor que dio con los restos del ARA San Juan, el submarino estaba localizado a 800 metros de profundidad, a unos 500 kilómetros de Comodoro Rivadavia, donde se había montado el centro de operaciones durante la búsqueda.
Los trabajos de búsqueda en el océano, en los que participaron en los primeros meses diversos países, se delimitó a 430 kilómetros de la costa, en torno a una zona donde varias agencias internacionales señalaron que se detectó una explosión horas después de que desapareciera la nave.
La zona en la que se halló el submarino después de haber estado un año desaparecido, ya había sido rastrillada como una de las “prioritarias” para dar con el sumergible, pero en esa oportunidad la búsqueda había arrojado resultados negativos.
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