El ciberataque que el viernes paralizó Telefónica y otras grandes empresas españolas para luego convertirse en una cuestión de seguridad a nivel mundial, tras colapsar la sanidad británica o extenderse por compañías de Estados Unidos, fue frenado en seco gracias a un ingenioso truco de un joven hacker británico.
Su nombre fue un misterio a pesar de conocérsele por su cuenta de Twitter, pero The Telegraph ha conseguido ponerle rostro y nombre: se llama Marcus Hutchins, vive en la costa al norte de Devon y está trabajando junto con las autoridades británicas para frenar el alcance del ransomware 'WannaCry'.
El mérito de Hutchins reside en encontrar un fallo en el código malicioso que infectó a cientos de miles de ordenadores durante el pasado fin de semana. Descubrió un dominio oculto en el software y decidió registrarlo. Poco después, se dio cuenta de que esa dirección web servía como una especie de medida de desactivación del ataque y que, al estar ahora en su poder, podía emplearlo para que el virus dejara de infectar a los ordenadores secuestrados.
El joven no realizó declaración pública alguna más allá de su blog, donde asegura que "acabó con el malware sin darse cuenta" tras adquirir el dominio, si bien luego de unas cuantas pruebas de diagnóstico, su impulso resultó ser crucial para ayudar a resolver un grave problema de ciberseguridad del que aún se está recuperando buena parte del mundo.