El acné, una alteración de la piel muy común durante la adolescencia, puede evitarse mediante la reducción del estrés y una dieta sana y equilibrada. Según un estudio, tanto los problemas de salud mental como la dieta influyen en el desarrollo de este trastorno.


"Observamos una asociación muy significativa entre el acné, una baja ingesta de verduras y un alto consumo de chocolate, dulces y papas fritas", afirman los autores de la investigación. Sin embargo, subrayan, el hallazgo más consistente e importante de este estudio es la relación que hay entre el estrés y la aparición de espinillas.


"Si la prevalencia de chicos con acné y estrés era del 20,5%, en aquellos sin esta alteración mental era de 13,4%. En cuanto a las jóvenes con espinillas, las que tenían estrés duplicaban a las que no lo padecían", afirma Jon Anders Halvorsen, uno de los responsables de la investigación.


Aunque se han desarrollado numerosos estudios en este campo, las conclusiones no han sido determinantes. A diferencia de este trabajo, "contaban con una muestra reducida y limitada de participantes", según citan los autores en su artículo. "Han sido muy útiles para saber que la depresión y la ansiedad son dos problemas muy comunes en esta etapa de la vida", añaden.


De las anteriores investigaciones se pueden deducir las razones por las que las circunstancias estresantes empeoran el acné, que por el momento, "son puramente especulativas", señala Isabel Aldanondo, responsable de Dermatología del USP Hospital San José (Madrid).


"Puede ser por la producción de la sustancia P, que es un neuropéptido cuya liberación en el folículo pilosebáceo aumentaría la producción de grasa de la glándula sebácea. Pero también es probable que tenga algo que ver la producción de las hormonas del estrés, que incrementarían también la grasa", añade la doctora. En este punto, los autores recuerdan que algunos fármacos antidepresivos pueden mejorar el acné.


Los resultados de este estudio no sólo señalan al estrés como causa de acné, también como consecuencia. "Cuando aumenta la severidad de este trastorno, el estrés del afectado se resiente", según sugiere el grupo de científicos de la Universidad de Oslo (Noruega).


Tal y como exponen los expertos, el acné, al igual que otras patologías de la piel, como la dermatitis o la alopecia, influye psicológicamente en los afectados debido a que se presentan en las zonas visibles del cuerpo. "Está demostrado que la calidad de vida de estos jóvenes es como la de quienes padecen asma, epilepsia o diabetes, por ejemplo".


En esta ocasión, los investigadores analizaron los casos de 3.775 adolescentes de 18 y 19 años con el objetivo de explorar las posibles causas de esta alteración de la piel. Los participantes completaron unos cuestionarios sobre acné, dieta, estilo de vida y trastornos mentales.


Según los expertos, la relación entre el acné y la dieta se cuestiona porque no existen ensayos clínicos de relevancia suficiente que logren demostrar esta causalidad. Sin embargo, incide Isabel Aldanondo, "esta es una posible teoría, puesto que los alimentos que inducen liberación de insulina (hidratos de carbono, principalmente) hacen que ésta a su vez origine factores de crecimiento que actúan sobre los queratinocitos de la unidad pilosebácea y también que aumente la producción de andrógenos". Los resultados de este nuevo estudio muestran que en las chicas, existe un vínculo significativo entre el acné y la dieta baja en verduras.