A veces la imaginación, salirse del libreto, incluso hasta ponerse en el lugar de un otro que agrede, que vandaliza, puede ser más productivo que años de iniciativas políticamente correctas. Algo de todo eso aplicó Dante Taparelli, director de Diseño e Imagen Urbana de la Secretaría de Cultura municipal, el día que salió a probar la resistencia de las obras públicas con un cortafierro.
El además de funcionario artista plástico distinguido de Rosario contó en el programa La primera de la tarde (Radio 2) que investigó cómo se habían robado en junio de 2013 la señal urbana “Un Lugar en el Mundo”, una pieza de bronce ubicada en la esquina de San Luis y Dorrego.
Detectó que “la placa estaba anclada con unos pitones del tamaño de un clavo”. Entonces decidió hacer una prueba concreta, “con la irreverencia que me caracteriza y porque soy un ser empírico: fui con un cortafierro a un lugar, que no voy a decir dónde, hago con el cortafierro a la placa (sic) y vi que detrás de la placa tenía cuatro clavos”.
“El primer paso: cambiamos el fundidor, porque si vos ponés cuatro clavos a una placa de bronce que se roba, sos cómplice del que roba”, continuó Taparelli.
El director de Diseño e Imagen Urbana destacó que trabaja “con dineros públicos” y por eso el cuidado de dónde y cómo se colocan las obras.
La nueva placa de San Luis y Dorrego “es el doble de gruesa (que la anterior) y tiene 24 pitones del tamaño del dedo gordo; o sea que si se la llevan, se llevan la esquina”.
La obra
Con respect o a la señal que fue colocado y será reinaugurada el domingo, Taparelli afirmó: “Es un ejemplo más de una ciudad tan polifacética, fundada por migraciones de todas partes del mundo sin tener un solo conflicto”.
La obra “Un Lugar en el Mundo” rinde tributo a la convivencia de las comunidades históricamente asentadas en la zona característica del comercio mayorista de la ciudad.
La ceremonia de inauguración se hará el domingo 20 de septiembre a las 19, en la víspera del Día Internacional por la Paz, finalizados los trabajos de restauración de la señal urbana.
La obra, realizada por León Carpman, que fuera inaugurada en abril de 2009, rinde tributo a los ideales de la convivencia pacífica entre todas las naciones y pueblos del mundo. Conjuga en un mismo diseño las letras bet y ba, iniciales ambas, en hebreo y en árabe, de la palabra hogar.