En el estudio participaron 38 hombres que sobrevivieron a un ataque cardiaco que veían las competiciones de los Juegos Olímpicos en vivo u otros programas de entretenimiento por televisión. Mientras los hombres veían los programas, se evaluó el flujo sanguíneo de la arteria coronaria al corazón mediante el análisis del segmento ST a través de una electrocardiografía continua de 12 derivaciones, monitorización de la presión arterial y medidas de frecuencia cardiaca.
En general, el flujo de sangre al corazón se mantuvo estable. Pero cuando los hombres veían un evento deportivo emocionante, aumentaba la presión sanguínea, se reducía la variabilidad de la frecuencia cardiaca y aumentaba la agregación plaquetaria (el elemento básico de los coágulos). Todos estos factores elevan el riesgo de ataque cardiaco, apuntaron los autores del estudio.
Fuente: Health Day