Un estudio realizado por investigadores de Massachusetts Institute of Techonolgy (Boston) demostró que la actividad cerebral en estudiantes cuando atendían una clase magistral era la misma que cuando veían  televisión. Los científicos pudieron probar así que el modelo pedagógico basado en un alumno como receptor pasivo no funciona.

El experimento fue realizado en universitarios de 19 años a quienes le colocaron un sensor electrométrico en la muñeca para medir la actividad del cerebro las 24 horas durante siete días.

Consultado sobre los resultados que arrojaron los estudios, el neurólogo José Ramón Gamo, director del Máster en Neurodidáctica de la Universidad Rey Juan Carlos, de España, dijo al diario El País que “el cerebro necesita emocionarse para aprender”.

En los últimos años aparecieron diferentes corrientes que quieren transformar el modelo educativo y una de ellas es la neurodidáctica. “Antes sólo se podía observar el comportamiento de los alumnos, pero ahora gracias a las máquinas de neuroimágen podemos ver la actividad cerebral mientras realizan tareas”, explicó el profesional y agregó: “Esa información sirve a los profesores y pedagogos para decidir qué métodos son los más eficaces”.

Basándose en diferentes investigaciones científicas y suyas, Gamo, explicó que para la adquisición de información novedosa el cerebro tiende a procesar los datos desde el hemisferio derecho, relacionados con la intuición, la creatividad y las imágenes. “En esos casos el procesamiento lingüístico no es el protagonista, lo que quiere decir que la charla no funciona. Los gestos faciales, corporales y el contexto desempeñan un papel muy importante. Otra muestra de la ineficacia de la clase magistral”, concluyó.